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E l Padre Lu is fundó dos Congregaciones Religiosas con un objetivo marcadamente social, en la línea de la reeducación de la juventud y su reinserción en la sociedad, sin excluir otros propó­ sitos. Los Terciarios Capuchinos de Nuestra Señora de los Dolores, y las Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia. E l marcado carácter Franciscano-Capuchino de estas dos Congregacio­ nes hacen del Padre Lu is, de la sabiduría de su visión práctica y de futuro, y, sobre todo, de su caridad y de su calidad humana, un líder destacado en el apostolado social de la Orden Capuchi­ na. E l desarrollo y el impacto en la sociedad de su obra ha traspasado fronteras en una tarea religiosa y humana incalculable. E l Padre Angel de Ca rca ixen t, él, su carisma, más que su obra -que fue de gran envergadura- fue una institución en Alicante. Su obra, múltiple, está avalada principalmente por la «Ciudad de Asís» -como un pueblo dentro de la capital alicantina- de cuyo Patronato él fue fundador. E l barrio «D ivina Pastora» en Rabassa; el grupo «Reyes Católicos», en la capital, y otros grupos de viviendas para trabajadores en distintos puntos de la región valenciana y de la nación, sin olvidar el Convento y Templo Capuchino en Alicante. Promovió sociedades culturales y deportivas, tanto en España como en Colombia. Su fallecimiento el 15 de abril de 1993 conmocionó A lican­ te, como lo reflejan los periódicos de la capital. Su labor netamente sacerdotal y religiosa se tradujo, sobre todo, en la realización de Los Congresos Eucarísticos por encargo del Obispo de la diócesis, por los años 1950, y en el fomento de la Adoración Nocturna Diocesana. El Padre Sa lvador de Rafelbuño l fundó en Bogotá (Colombia) la «Sociedad Obrera de Cristo». En España, a donde regresó en 1936, fundó la «Hermandad Católico-Ferroviaria» de Valencia y el Montepío del Servicio Doméstico «Divina Pastora». Predicador infatigable y muy popular en el mundo laboral, el Padre Salvador publicó una obrita «La Misa del Obrero» que alcanzó una tirada de 70.000 ejemplares y 8 ediciones. Otro apóstol y colaborador en el campo laboral fue el Padre Federico de Almoines.

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