BCCCAP00000000000000000000157

L A V I D A R E L I G I O S A D E L O S C A P U C H I N O S En la historia de los Capuchinos valencianos es ineludible la cita constante de las dos perso­ nalidades que hicieron posible supresencia aquí, no sólo con un objetivo concreto de evangeli- zación del pueblo por los nuevos «apóstoles del pueblo», los frailes Capuchinos, sino también y sobre todo porque «conectaron» con el espíritu y el carisma de la Orden: Ellos, son, evidente­ mente, el Beato Nicolás Factory SanJuande Ribera. No solamente «tuvieron noticia» del fenó­ meno Capuchino; lo suyo fue una inspiración, una «vocación» lo que llevó a uno y otro a esta­ blecer esa espiritualidad franciscana, recia y vigorosa, en estas tierras levantinas. La presencia de los hermanos confirmó con creces su fama de santidad. Como en toda obra humana, el Santo Patriarca hubo de preocuparse, antes que nada, de encontrar los medios materiales aptos en los que se pudiera desenvolver y testimoniar su vida. Lugares de residencia y medios de subsistencia, en su condición de frailes mendicantes. Para lo primero, procuró una solución de urgencia, por otra parte muy de acuerdo con ladenominación adquirida en los primeros pasos de la reforma: «Hermanos de la vida eremítica». Las Ermitas a las afueras de las poblaciones. (De hecho, las leyes capuchinas exigían unmínimo de unkilóme­ tro, distantes del núcleo de población para no perjudicar su vida de oración y de recogimiento). Valgan los ejemplos de las ermitas de Santa María Magdalena, en Massamagrell o San Cristó­ bal, en Ontinyent. Al mismo tiempo, el hecho de ser «mendicantes» condicionaba, más si cabe, la elección del lugar de residencia, como es el caso típico de escoger lapoblación deAlbaida en lugardel entonces pequeño lugarde Bélgida, o el más llamativo de tenerque abandonar, por esta misma razón, en repetidas ocasiones, el Convento de Biar. Así las cosas, y teniendo en cuenta que la venida de los Capuchinos coincidía con el mejor período de su corta historia (habían superado el clima de reacción y rechazo de sus inicios, y estaban aureolados por su comportamiento heroico en la peste de Italia), permanecía vivo el fervor en la intensidad de la oración, la altísima pobreza y la vida común. Su presencia, por otra parte, significaba una fuerza de primera magnitud en el servicio a la 173

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz