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L A P R O V I N C I A C A P U C H I N A D E L A " P R E C I O S I S I M A S A N G R E D E C R I S T O , D E V A L E N C I A " El objetivo del Arzobispo Juan de Ribera -no olvidemos que la presencia de los Capuchinos de Valencia se debe a él- estaba cumpliéndose de manera firme y espectacular en lo que se refiere a su implantación y a su crecimiento demográfico. Esta presencia testimonial y apostólica de los nuevos frailes centraba todo el interés del pre­ lado, si bien la personalidad jurídica como Provincia Capuchina de la Preciosísima Sangre de Cristo, de Valencia, vendría de la mano del capítulo general, que determinó constituirla en "Provincia" el 27 de mayo de 1605, siendo delegado el P. Buenaventura de Catanzaro como ejecutor. En ese momento había aquí 8 conventos y 119 religiosos profesos. Aunque no inmediatamente, el 11 de mayo de 1607 se eligió capitularmente el primer Pro­ vincial de Valencia en la persona del Padre Serafín de Polizzi. A partir de entonces esta nueva Provincia tendrá vida propia en el gobierno de religiosos y conventos, que se van estableciendo -lo hemos apuntado repetidamente- con una rapidez que llama la atención, sobre todo, en el primer cuarto del siglo XVII. LaProvincia, ensudenominaciónjurídica, abarcó las deCastellón,Valencia,AlicanteyMurcia. Y el titular de la misma fue el que le otorgara San Juan de Ribera: «La Preciosísima Sangre de Cristo», en cuyo sello se leía: «Lavit nos in sanguine suo». Miradas así las cosas, parecería que esta «puesta en marcha» de la Orden Capuchina en Va­ lencia tenía asegurada su trayectoria en el tiempo. Pero los acontecimientos políticos y sociales que llenan laHistoria con sus arbitrariedades y casi siempre conel sello de laviolencia, pusieron a prueba el temple y la capacidad de pervivencia de nuestra Orden. Nos referimos a un «SE­ GUNDO PERIODO», ya entrado el siglo XIX, que sembró de desolación, no sólo a nuestra Provincia sino a todas las demás Provincias Capuchinas españolas: Fueron los CINCUENTA AÑOS DE EXCLAUSTRACION. 165