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«escandalizó» de tal manera al veraquella obradeplanta románica en forma de crucero y cuatro capillas grandes a cada lado de la nave, que dejó escrito -en la constitución n.° 20 del «Colegio de Misioneros» de Monóvar no se hicieran más templos de tales características. Se tapió para dejarla en su mitad, y así permaneció hasta 1804 en que, derribados los tabiques, se restauró totalmente. El Convento de Monóvar fue «Colegio de Misioneros». Lo fundó el P. Pablo de Colindres, Ministro General de la Orden, para el que redactó unos estatutos conteniendo 22 normas o reglas para los que debían formar parte de ese «Colegio», con el deseo de «coadyuvar de nuestra parte a los santos fines... de algunos religiosos celosos de lamás perfecta observanciade nuestra Regla». Estos estatutos fueronpromulgados el 7demayo de 1764, firmados porel General y por el Provincial, P. Leandro de Alicante y sudefinitorio. En los turbulentos tiempos de laGuerra de la Independencia así como en la época del adve­ nimiento de Fernando VII y de las Cortes de Cádiz fueron inquietados seriamente los frailes, hasta el punto de sufrir prisión en septiembre de 1818, y, a su liberación, siendo dispersados. Esta situación permaneció todo el tiempo que duró el poder liberal. Dos años más tarde -1820- pudieron regresar a su convento, gozando de una relativa paz, hasta el día 31 de agosto en que fueron expulsados definitivamente, e incautado el convento. 160