BCCCAP00000000000000000000157

Cuando llegó laordenprohibitivadel Rey, quedó sinefecto por tenerya unnúmero suficiente de residencias. Biar, aunque tenía nombre de «Villa», era, en realidad una aldea con muy limitados recursos materiales, rayandoen lapobreza. Ello no fue óbice paraque los vecinos, que tenían noticiamuy favorable de los Capuchinos, desearan tenerlos pormoradores. No necesitó el Padre Medinaceli mayores razones, y llegado a la población le fue ofrecida la ermita de Nuestra Señora del Rosa­ rio, extramuros de la población. Allí, en unas dependencias anejas a la ermita se establecieron los Capuchinos. Se tomó posesión de ladicha ermita el día 16 de febrerode 1598, y quedó como primer superior el P. Buenaventura de Barcelona. Esta fue, en realidad, la quinta fundación de la naciente Provincia. La causa de que los religiosos no permanecieron en Biar más de un año, en esta primera oportunidad, fue doble. Enprimer lugar, laextrema escasez de recursos materiales por lapobre­ za del lugarque impedía unmínimo de subsistencia, y, porque en aquella época hubo ocasión de fundar enAlicante, y allí fue donde marcharon los religiosos. Aunque los Capuchinos dejaron Biar, los biarenses nunca olvidaron a sus frailes, por el afec­ to y devoción que les profesaban. Ciento dieciocho años habían transcurrido. Era el año 1716. Biar se había transformado en una población numerosa, a laque pertenecían, además, las casas de campo diseminadas por su valle. Como quiera que el clero de la villa no podía atender sufi­ cientemente la demanda religiosa de los vecinos, y aunque los Capuchinos hacía más de cien años que habían fundado allí, era añorada su presencia, y deseaban tenerlos de nuevo. Habiendo tenido noticia de que en Valencia los Capuchinos acababan de celebrar Capítulo Provincial -lo presidió el Ministro General, P. Miguel de Ragusa- una comisión de los personajes principales de lapoblación, se trasladóaValenciaparamanifestarle al nuevo Provincial, P. Basilio de Castellón de la Plana, que en Biar seguía viva la devoción por los Capuchinos, trasmitida de padres a hijos, por lo cual deseaban su regreso, fundando una residencia o convento.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz