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C O N V E N T O D E A L B E R I C Aunque la presencia de los Capuchinos en una reducida comunidad data del 16 de septiembre de 1698, con la toma de posesión de una residencia ofrecida por el Ayuntamiento de esta villa, no obstante, la edificación y fundación de un convento como tal, fue en el año 1701, en que se colocó la primera piedra. A esta villa de la provincia de Valencia, en la Ribera Alta, al sur de la capital, se dirigía semanalmente un Capuchino, sacerdote, desde el Convento de Alzira, para atender a la Parro­ quia, y, con la ayuda de un hermano, hacer la cuestación de la limosna en la población, rica por su floreciente agricultura. Como hubieran de hospedarse frecuentemente en casa de un bienhechor, los superiores, al tiempo que deseaban la expansión de la Orden, vieron la conveniencia de procurar una residen­ cia para vivir comunitariamente con algunos religiosos más. Dirigieron, al efecto, sendas peticiones al Ayuntamiento, firmadas por el P. Arsenio de San­ tiago, delegado para este fin, y por el P. Pablo de Alicante, Guardián de Alzira, exponiendo los propósitos religiosos y asistenciales a los necesitados de la población, en su deseo de residir en Alberic. Se les concedió la licencia en respuestas de 17 y 21 de Agosto de 1698, con la condi­ ción de que el oratorio habría de estar dedicado a Nuestra Señora de los Angeles. Con gran solemnidad y asistencia de crecido número de fieles se tomó posesión el día 16 de septiembre de 1698, formando la primera reducida comunidad los PP Pascual de Valencia y Francisco de Albalate, además del Hermano Fray Buenaventura de Massamagrell. Grande fue el empeño, tanto de los Superiores de la Orden, como de las autoridades civiles de la villa, de que la casa de los Capuchinos fuera declarada «Hospicio». Solicitado el permiso al Vicario General de la Diócesis, les fue otorgado el día 25 de noviembre de 1699. 141