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En 1811, al apoderarse los ejércitos franceses del Maestrazgo, y conocedores los frailes de su proximidad, abandonaron el convento, y, al retirarse éstos en 1813, quisieron regresar, pero les fue impedido por los arbitrarios decretos de las Cortes de Cádiz. Sí lo hicieron, restaurando el convento, al advenimiento del Rey Fernando VII. De nuevo, en 1821, fue clausurado el convento por dichas Cortes, y, una vez más pudieron regresar, anulada la Constitución por el Rey. Los frailes permanecieron en Jérica hasta el año 1835, en que fue abandonado definitivamente. Se tiene noticia de que, desde el año 1631 hasta el último Capítulo de 1833, hubo en este convento 31 Guardianes, el primero de los cuales fue el P. Dionisio de Valencia y el último el P. Fulgencio de Fortuna.