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C O N V E N T O D E J E R I C A ( 1 6 1 9 ) A juzgar por la escasez de noticias que nos transmiten los cronistas de la época, nos inclina­ mos a pensar que fue éste uno de los conventos que han tenido una existencia más pacífica entre los de la Provincia. Este convento, el decimocuarto en el orden de las fundaciones, estaba situado en la Villa de Jérica, no muy lejos de Segorbe, en dirección norte. El origen de esta fundación se debe a un acaudalado señor de la citada población que, cono­ cedor de la vida ejemplar de los Capuchinos, quiso que tuvieran también residencia en su villa natal, para lo cual acudió al P. Provincial, Miguel de Valencia en 1618, ofreciendo costear todas las obras, tanto del convento como del templo conventual. Aceptada por el P. Provincial esta proposición, y obtenidos sin dificultad los permisos del Ayuntamiento de la vila y del obispado de Segorbe, se convino en bendecir el solar y colocar la primera piedra el día 4 de enero de 1619. Inmediatamente comenzaron las obras, al frente de las cuales quedaron algunos frailes. El convento y su templo conventual se construyeron según el modelo del Convento de la Sangre de Cristo, de la ciudad de Valencia, aunque de proporciones más reducidas, y estuvo dedicado al P. San Francisco de Asís. Por los años 1647 y 1648, habiéndose extendido por la población la peste bubónica, se desti­ nó por orden de las autoridades civiles a Hospital, teniendo que abandonarlo los frailes, quedan­ do únicamente para servir a los apestados un religioso sacerdote y un estudiante. Este, Fray Silvestre de Valencia murió a consecuencia de la enfermedad de la que se contagió. 133