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C O N V E N T O D E S A N M A T E O ( M a e s W g o / C a s t e l U * ) Este Convento de la «Real Villa» de San Mateo es el último de los once que tuvo la satisfac­ ción de ver fundados el Padre de nuestra Provincia Capuchina de la Preciosísima Sangre de Cristo, de Valencia, San Juan de Ribera. Fundado en 1610, el Santo Patriarca moría el 6 de enero de 1611. Se puede decir, con toda propiedad, que, bajo la atenta solicitud del SantoArzobispo y con su poderoso impulso, esta fundación con las diez que le precedieron, forma la base de lo que fue y es la Provincia Capuchina de la Preciosísima Sangre de Cristo, de Valencia. Probablemente el punto de referencia para el asentamiento en este lugar, fuera, como en otras ocasiones, una ermita, la Ermita de Santa Bárbara, extramuros de la población, no lejos de ella. Era a la sazón Provincial de Valencia el P. Serafín de Polizzi, al tiempo que Comisario Gene­ ral de Castilla. Tras haber establecido una comunidad en aquellos reinos, con el favor del Duque de Lerma, regresó a nuestra Provincia, hizo la visita canónica, y, aún antes de convocar el Capí­ tulo Provincial que se proponía celebrar, con la celeridad que caracterizaba estas primeras fun­ daciones, quiso establecer a los Capuchinos en esta Villa. Previa autorización del obispo de Tortosa, Fray Pedro Manrique, de la Orden de SanAgustín, nombró Comisario para esta funda­ ción al P. Gregorio de Valls, el cual, junto con el P. Buenaventura de Barcelona, tomó posesión del lugar en donde se debía levantar la nueva edificación. Era el inolvidable 11 de junio de 1610. El P. Gregorio llevó al lugar una gran cruz, acompañado por el clero y fieles de la villa, pero el que celebró la ceremonia de su implantación fue el Rector de la Iglesia Mayor, Fraile-Caballe- ro de Montesa, D. Felipe Araño. 117