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C O N V E N T O D E C A S T E L L O N D E L A P L A N A ( 1 6 0 8 ) «El Justicia y Jurados de la villa de Castellón de la Plana» -comienza relatando el antiguo cronista-junto con el que fue realmente el fautor y fundador del convento, D. Antonio Martín Arrufat, deseosos todos de tener a los Capuchinos en esta ciudad, sabedores de su virtud y cuya fama se había extendido por todo el reino, recurrieron al Provincial, P. Serafín de Polizzi ofre ciéndole la oportunidad de fundar un convento. El mismo caballero, Antonio Martín Arrufat, perteneciente a una de las más nobles y antiguas familias castellonenses, compró un terreno en un paraje amenísimo de las afueras de la población y lo ofreció a los frailes para edificar su residencia. En el acta de posesión, escrita en idioma valenciano, se especifican, uno a uno, todos los ilustres personajes asistentes. El P. Serafín y el Síndico de la ciudad erigieron una cruz en el momento de la toma de posesión, en presencia del P. Medinaceli, del presidente nombrado para la nueva fundación, Venerable P. Luis de Flandes y de los Hermanos Fray Juan de Palermo y Fray Juan de Villafranca. Era el día 22 de octubre de 1608. No hay constancia alguna de las características del edificio conventual ni de su templo; si bien es de suponer, con buen criterio, que, dada la época de su fundación, seguiría los esquemas que trazó el Patriarca Ribera para ello. La construcción del templo conventual se prolongó du rante ocho años hasta su completa terminación a mediados de abril de 1616, y el día 22 del mismo mes, «desde la Parroquia Mayor se trasladó el Santísimo, con grande acompañamiento de la villa». El convento careció de huerto hasta el año 1679, en que, gracias al favor del Marqués de Boyl y de otros devotos de los frailes se consiguió y se le puso cercado de cal y canto. Terminaba su guardianía entonces el P. Leandro de Orihuela. Su inmediato sucesor, el P. Nicolás de Borriol, hizo obras de ampliación en el convento y mejoras en el templo, con las aportaciones económi cas de los Hermanos Terciarios Seglares y de varios devotos. Sabemos que en el claustro, de la 109
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