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NUEVAS FUNDACIONES EN ESTOS AÑOS 1727-1746 75 siendo admitido por unanimidad de los vocales (2). La noticia se comu­ nicó en seguida al marqués de Malpica, quien, en carta dirigida al nue­ vo P. Provincial, agradece muy de corazón el que los capitulares hubie­ sen aprobado la fundación (3). Sin embargo, antes de su aprobación definitiva, se enviaron dos religiosos a reconocer el sitio y las ventajas que podía ofrecer. Fueron comisionados los PP. Agustín de Liébana y Matías de Marquina, los que salieron de Madrid el 30 de agosto, con tan mala suerte, que les sorprendió ese mismo día una fuerte tempes­ tad en la que pereció el P. Liébana y el P. Marquina corrió gravísimo peligro. Posteriormente fue enviado con el mismo fin el P. Jerónimo de Almeida, Definidor, quien luego dio cuenta al P. Provincial «de lo muy devoto que estaba aquel pueblo y los grandes deseos que tenían que se efectuase esta fundación y en especiallo mucho que la desea­ ban los señores marqueses de Malpica, por ser dicha villa del servicio suyo, ofreciendo de pronto para este efecto dos mil ducados» (4). Ante esos hechos, del interés que se tomó y de susesfuerzos para que también los vecinos concurriesen con sus limosnas a la construc­ ción del convento, el marqués pidió reiteradamente para sí y sucesores el patronato (5), gracia que le fue concedida el 22 de diciembre de aquel mismo año 1730 (6). Como las licencias necesarias para la fundación debían ser solici­ tadas por los superiores de la provincia, éstos firmaron el 8 de enero de 1731 los memoriales a las ciudades de voto en Cortes; lo propio hicieron los vecinos y el marqués, comprometiéndose todos a poner su empeño y medios para el buen logro de sus intentos (7). Por su parte el arzobispo de Toledo, Cardenal Diego de Astorga, autorizó la fundación el 24 de septiembre del citado año (8), y el 19 de ese mes se habían recibido ya las aprobaciones de las ciudades de voto en Cortes, a excepción de Burgos y Cuenca (9). Cumplido ese requisito, el rey y Consejo de Castilla dieron permiso para fundar el 10 de enero de 1732 (10). A tal objeto, adelantándose los superiores de Castilla, habían nombrado ya el 19 de octubre del año anterior al P. Carlos de la Puebla presidente de aquella nueva residencia u hospicio (11). Los marqueses de Malpica habían sido también los fundadores del convento de Cubas. Aparte de eso, como agradecimiento a Dios por (2 ) V A , 201-204. (3 ) C arta del m arqués de M a lp ic a al P. P ro vin cial, 26 ju n io 1730 (A P C , 3 0 /2 0 7 ). (4 ) V A , 204. (5 ) Cartas del m arqués de M a lp ic a , 10 y 30 noviem bre1730 (A P C , 3 0 /2 1 9 ). (6 ) Contestación de los superiores, 22 diciem bre 1730 (A P C , 3 0 /2 1 7 ). (7 ) V A , 205. (8 ) A P C , 3 0 /5 0 8 ; A rch iv o D iocesano de T o le d o , Registro del cardenal D iego de A storga, n . 145. (9 ) Pueden verse en A P C , 3 0 /2 1 3 ; Viridario, 206. obra; Instrucción Utilísima y jácil para confesar particular y generalmente, M a ­ d rid , 1781. (1 0 ) C édula real, 10 enero 1732 (A P C , 3 0 /2 1 8 ). (11 ) E D , 174.

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