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ACTIVIDADES MINISTERIALES LOS AÑOS 1727-1746 71 Otro de los pocos poetas que por esos años que historiamos tuvo la provincia, fue el P. Lorenzo de Toledo. En 1730 le fueron premiadas tres composiciones poéticas, cuando todavía era estudiante en el con­ vento de Toledo y luego en El Pardo, en el certamen abierto en el convento de San Diego de Alcalá, con motivo de las fiestas celebradas en honor de Santa María de Jesús (20). En esa misma ocasión predicó un sermón el P. Miguel de Cepeda, misionero apostólico y predicador del rey, siendo Guardián de El Pardo, sermón que se imprimió en Alcalá en 1730. Anteriormente había dado a la imprenta la Fúnebre parentación en las solemnes exequias que celebró el Colegio Mayor de San Ildefonso, Universidad de Alcalá, a los ínclitos manes de el Serenissimo Príncipe D. Francisco Farnesio, duque de Parma (Alcalá, 1727). Otro sermón suyo se imprimió igual­ mente en Madrid en 1728, y fue predicado en las fiestas habidas con motivo de la canonización de San Luis Gonzaga y San Estanislao de Kostka (21). De más fama que el anterior fue el P. Pablo Fidel de Burgos, predi­ cador y poeta. No menos de doce de sus sermones, pronunciados en ocasiones solemnes, se conservan de él impresos y algunas otras com­ posiciones que a su vez dio a la publicidad y que fueron recibidos con aplauso, no obstante su sabor marcadamente gerundiano. A él dedica­ remos también en la segunda parte algunas páginas, como igualmente al P. Diego de Madrid, que fue otro predicador, resabiado del mal gusto de la época, pero cuyos sermonarios tuvieron su importancia. Y para finalizar las producciones de libros en estos años, queremos citar los que escribió un Hermano, enfermero mayor del convento de San Antonio, Fr. Gil de Villalón: Nuevo tesoro de medicina (Ma­ drid, 1731-1735), dos volúmenes que fueron grandemente alabados por los médicos del rey al dar su parecer y aprobación para imprimirlos, y que lograron una segunda edición en 1750. A dicho Hermano, benemérito por varios conceptos, hemos de agre­ gar los nombres de otros dos que en esos mismos años resplandecieron en Castilla por su virtud y santidad: Fr. Ignacio de Zamora, muerto en el convento de San Antonio en 1724, y Fr. Baltasar de Treviño, falle­ cido en Toledo en 1743. De ambos daremos en la segunda parte noti­ cias más concretas. (20) Pueden verse en la obra: Sagrada métrica lid que al supremo generoso impulso de sus sonoros toques... hizo místico alarde del más glorioso interesado triunfo... cantó el amor con el ingenio en las solemnes plausibles fiestas que el convento de San Digo de Alcalá celebró por espacio de nueve días... compuesto y ordenado todo por D. Joaquín de Aguirre, Alcalá, 1730, pp. 79 y 137. (21) Puede verse en la obra: Los jóvenes Jesuítas. Puntual relación de las célebres solemnes fiestas executadas en el Colegio Imperial de Madrid a la canoni­ zación de S. Luis Gonzaga y S. Stanislao Koska... inclusos los sermones predicados en ellas, Madrid, 1728. El P. Cepeda predicó el 16 de septiembre y el sermón ocupa las pp. 146-170.

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