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NUEVA MARCHA EN LA ORGANIZACIÓN DE LA PROVINCIA 59 La Paciencia ( 15 ), y una Censura que, siendo Calificador, dio a la tra­ ducción de la vida del P. Daniel Concina, O. P. (convento de San Antonio, 22 de abril de 1765 ) ( 16 ). El P. Sangüesa formó parte del Definitorio anterior; por eso mismo participaba de los mismos ideales y deseos que su antecesor en el pro- vincialato, y consiguientemente quiso seguir la trayectoria por él seña­ lada, como se advierte en las ordenaciones dadas al ser elegido. Salta en seguida a la vista su celo, su preocupación y vigilancia por la más estricta observancia regular como igualmente por la guarda de la po­ breza. Puso además gran interés en la buena formación tanto de los Coristas como de los Hermanos. Sobre los Lectores y Maestros de estu­ diantes dice que «ha sido recibida con aplausos generales de todos los estudiosos la plantificación de las oposiciones a las lectorías y nombra­ mientos de los Maestros de estudiantes, como único estímulo para conservar y adelantar la literatura». Por eso, lejos de suprimirlas, las aprueba y confirma; pero señala que para hacerlas eran suficientes dos lecciones, de media hora cada una: la primera, de Filosofía, y la segunda, de Teología, a lo que se agregaría otra media hora de argu­ mentos u objeciones por cada una. A los Maestros les señalaba por obligación que, «después de la asistencia continua del paso, todos los días deben subir al aula a las diez dadas para argüir y asistir a los demás argumentos que se propusieren contra la conclusión que se deberá siempre defender después de la lección». Y otra cosa nueva fue que el oficio de Procurador general de las provincias españolas estuviese en adelante anejo al cargo de Guardián de San Antonio del Prado, de tal modo que por su mano debían correr cuantos negocios encomendasen las restantes provincias a la de Cas­ tilla; dicho P. Guardián podía valerse, en cambio, del P. Procurador de la provincia, a quien luego exigiría cuentas ( 17 ). Pocas noticias más de interés podemos anotar en estos años del provincialato del P. Sangüesa. En septiembre de 1742 fue nombrado Secretario general por la lengua española el P. Jacinto de Fermoselle, perteneciente a Castilla; desempeñó ese cargo hasta 1747 , en que, al ser elegido Definidor general el P. Pablo de Colindres, designó para dicho puesto al P. Jerónimo de Cubas, que por espacio de varios trie­ nios había estado de Secretario provincial ( 18 ). Llama poderosamente la atención que la provincia de Castilla no haya tenido durante más de medio siglo ninguna misión entre infieles. No acertamos a explicarnos la causa, sabiendo, por otra parte, que varios de sus religiosos pidieron voluntariamente y consiguieron ser (15) Va firmada el 25 de abril de 1751: ms., 18 ff. (APC, 3l/28d). (16) Son cuatro hojas: ms. original (APC, 45/20, ff. 202-205). (17) Ordenaciones y apuntamientos hechos y mandados publicar en el Capi­ tulo celebrado en este convento de San Antonio de Madrid el día 27 de abril de 1742 (APC, 6/12). (18) VA, 259, 293.

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