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660 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA mo II ( 61 ); Ensayo... Parte segunda. Doctrinas o instrucciones sobre las virtudes, misterios y preceptos de laReligión... Tomo III ( 62 ); Ensayo... Parte segunda. Doctrinas e instrucciones... Tomo IV ( 63 ); Ensayo... Par­ te tercera. Sermones morales sobre las principales verdades de la Reli­ gión... Tomo V ( 64 ); Ensayo... Parte tercera. Sermones morales... Tomo VI ( 65 ); Ensayo... Parte tercera. Sermones morales... To­ mo VII (66). Repetimos que, a nuestro juicio, fue la composición o arreglo del con­ tenido de los siete enumerados tomos las tareas literarias a que el autor estuvo dedicado por el rey a instancias de Floridablanca. Y corrobora esto último lo que el P. Villalpando advierte en el primer tomo diciendo era justo que la Elocuencia participase de los benévolos efectos que producía el restablecimiento de las ciencias y artes en España. Añade se había pretendido lograr esos buenos efectos con traducciones, los que no se conseguirían así puesto que cada nación tiene su genio y carácter, aparte de que las traducciones llegan a alterar el lenguaje, y sería por demás vergonzoso que nuestra elocuencia fuese prestada y ficticia. Apo­ yado en eso juzga conveniente y necesario se den a luz obras propias y nativas de esta clase y que abracen los distintos ramos de la Elocuencia. «Para abrir camino —añade— en un empeño tan arduo como importante, he querido hacer un esfuerzo proporcionado a lo limitado de mis facul­ tades, presentando este Ensayo.» Y termina exponiendo su sentir de que con eso se animarán otros a publicar igualmente sus producciones. Eso mismo parece confirmarse con lo que dice en la advertencia preliminar del tercer tomo, dedicado a doctrinas o instrucciones, cuando afirma que tal género de doctrinas es muy difícil porque deben juntarse en ellas «la sencillez y claridad mayor con la dignidad, harmonía y gracia de expresión», y vuelve a confesar ingenuamente no cree haya conse­ guido él ese ideal, no obstante publica dichos tomos para animar a otros a hacer lo mismo. A pesar de ese humilde sentir suyo, repetimos aquí lo consignado en otra parte: que el P. Villalpando «también se distinguió como orador de buen gusto, sencillo en el lenguaje y adaptado siempre al auditorio; sus tomos de asuntos predicables pueden ser consultados (61) Se imprimió también en Madrid, 1787, como los demás; lleva 2 hjs. 480 pp. y contiene diez sermones predicados por el autor en circunstancias so­ lemnes. (62) Tiene 4 hjs. 455 pp. y comprende 48 pláticas sobre los mandamien­ tos y sacramentos. (63) Tiene 2 hjs. 478 pp. y abarca 47 pláticas sobre los mandamientos y sa­ cramentos. (64) Voi. de 4 hjs. 496 pp., y contiene once sermones morales para viernes y domingos de cuaresma predicados por el P. Villalpando. (65) Voi. de 2 hjs. 428 pp. Lleva doce sermones para viernes y domingos de cuaresma, y algunos sobre las verdades eternas. ( 66 ) Tiene 3 hjs. 112-CXV pp. y sólo contiene: un sermón sobre la Comunión, otro de Animas, un tercero traducido de S. Juan Crisòstomo y el elogio de Al­ fonso X.

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