BCCCAP00000000000000000000156

650 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA En El Pardo continuó el P. Ajofrín hasta octubre de 1759 en que pasó a Segovia, siguiendo aquí la enseñanza de la teología, terminando su oficio de Lector en el Capítulo del 8 de octubre de 1762 ( 4 ). Poco después recibió oficialmente un encargo delicado y comprometido. La Congregación de Propaganda Fide había determinado que un capuchino español fuese a Méjico con objeto de recoger allí limosnas con destino a la misión del Tíbet. Tras de algunas gestiones, el nuncio, a instancia de Propaganda Fide, designaba para ello al P. Ajofrín el 9 de julio de 1763 , precisamente teniendo en cuenta «su piedad, prudencia y habilidad en los asuntos, recomendado ante Nos por el muy digno testimonio del R. P. Ministro General de la Orden, que actualmente se encuentra aquí» (Madrid). Al mismo tiempo le señalaba por compañero al Hermano Fray Fermín de Olite, de la misma Orden y provincia ( 5 ). El P. Colindres que se encontraba en efecto en Madrid, le dio la obediencia (20 julio 1763 ) «para que pase a dicha capital de Méjico y reino y se detenga en él cuanto sea necesario para el cumplimiento de su comisión» (6). Ese mismo día 20 de julio, a las diez de la noche, dejaron ambos religiosos Madrid marchando rumbo a Cádiz a donde llegaron el 26 de agosto; aquí se embarcaron el 8 de septiembre, arribando a Veracruz el 30 de noviembre y entrando en la capital de Nueva España el 23 de diciembre. Después de obtenidos los oportunos permisos del arzobispo y virrey, dejaba la capital el 22 de marzo de 1764 y emprendía el reco­ rrido de ciudades y pueblos en difícil peregrinación que duraría casi siete meses con objeto de llevar a cabo el encargo encomendado. Luego pasó en la propia capital un año largo, hasta diciembre de 1765 , dedicado a la misma tarea de recoger limosnas para la misión del Tíbet. Además, esa larga temporada la aprovechó para imprimir una obrita que venía a servir de presentación del hábito capuchino en Méjico y juntamente historia de aquella misión a la que iban destinadas las limosnas ( 7 ). Pasados aun allí los meses siguientes hasta mediados de julio de 1766 , que dedicó a recorrer nuevas provincias en medio de mil sufrimientos y dificultades en la realización de su objetivo, determinó regresar a España a instancias del dimitido virrey, marqués de Cruilles. Con éste se embarcó en Veracruz el 30 de mayo de 1767 , arribó a Cádiz el 28 de agosto y el 5 hacía su entrada en Madrid. El P. Ajofrín cerraba así su Diario, inicia­ do el mismo día que salió de la corte. En él fue no sólo apuntando sus impresiones de viaje por tierra y mar, sino también dibujando y reco­ giendo, con mil pormenores, datos y noticias sumamente curiosas e inte­ resantes (8). (4) ED, 218s. (5) Decreto del Nuncio, Matriti, séptimo idus julii 1763 (Tolle et lege, t. I, 392-4, manuscrito del P. Ajofrín, en BN, ms. 3967; Archivo Vaticano, Nunzia­ tura di Madrid, busta 129, ff. 54-57). ( 6 ) También se encuentra copia de esta carta del P. Colindres en Tolle et lege, I, f. 394. (7) Carta Jamiliar de un sacerdote..., México, 1765. ( 8 ) Véase en la nota 33 lo que decimos sobre este Diario.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz