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622 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA ron esta ciudad. Ante la imposibilidad de tratar este punto con la exten­ sión que se merece, quiero referir los hechos primero y luego dar lo positivo y negativo del comportamiento del P. Santander junto con las acusaciones que se le hacen a tal respecto. A la caída de Godoy, su amigo y favorecido D. Ramón José de Arce y Reinoso, arzobispo de Zaragoza e Inquisidor General, renunció a este cargo y se retiró a un pueblo de la Montaña. El P. Santander prosigue la visita segunda a la diócesis y deja Zaragoza el 22 de abril de 1808 . Nada de particular sucede hasta fines de este año, en que, al aproximarse las tropas francesas, bandas de soldados españoles o de gente libertina y osada recorren los pueblos próximos a la ciudad. Por huir de ellos el P. Santander se ve obligado a andar por montes y lugares inhóspitos hasta llegar a Valdealgorfa, donde tiene su casa el sacerdote D. Ramón Segura, muy amigo suyo. Allí se instaló haciendo llevar todas sus cosas desde Zaragoza. Pero el vulgo dio en correr la especie de que lo trans­ portado a Valdealgorfa era el tesoro de Godoy. En consecuencia la casa del Dr. Segura fue asaltada y, tras un minucioso registro que perdura ocho días, muy amargos para aquel y el P. Santander, se comprueba que era totalmente falso lo del tesoro de Godoy; no obstante el P. San­ tander se ve despojado de todo cuanto tenía a su uso y servicio por aquellos desalmados soldados o forajidos: cálices, ornamentos, mitras, pectorales, ajuar, etc. ( 80 ). Al realizar su avance las tropas invasoras e incluso poner sitio a Zara­ goza, el P. Santander continúa fuera, en Valdealgorfa, que venía a ser un barrio de Alcañiz, y cuando éste cae en poder de los franceses, queda bajo el dominio de éstos. Poco después y tras el segundo sitio, Zaragoza se rinde y capitula honrosamente el 20 de febrero de 1809 . Días después los franceses entran en la ciudad y quieren solemnizar aquel hecho con una ceremonia religiosa en el templo del Pilar. Es llamado a tal efecto el P. Santander, oficia de pontifical, predica y recibe el juramento de fidelidad de los zaragozanos. Desde entonces su vida cambia totalmente: tiene que actuar muchas veces en público, alternar y contemporizar con los altos jefes de las tropas conquistadoras, predicar en circunstancias coprometidas y en funciones religiosas con motivo de alguna victoria o fiesta especial de aquellos, atender a las necesidades de los sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles, a la reconstrucción de los templos destrui­ d o ) Apuntaciones-Carta, 243-4; R a m ó n S e g u r a , Carta del presbítero D ... a los señores curas del arzobispado de Zaragoza, (s. 1.), 1818, 25-6; D o m in g o G a s c ó n , La Provincia de Teruel en la guerra de la Independencia, Madrid 1908, 374ss. La Junta Suprema de Aragón, instalada en Teruel el 30 de mayo de 1809, hace cons­ tar en el libro de Actas, que se conserva en el Archivo de la Diputación de Zara­ goza, 27 de junio, y se da por enterada de dos grandes cofres cogidos al P. San­ tander y D. Ramón Segura, y asimismo de una carta del primero protestando del robo cometido contra él. En otra carta, Zaragoza, 14 noviembre 1809 (Archivo Diocesano de Zaragoza, Despachos de Cámara), da nota detallada de cuanto le habían quitado. Ramón Segura refiere en su Carta toda clase de pormenores sobre lo sucedido, tanto a él como al P. Santander, en Valdealgorfa.

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