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606 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA tenemos para juzgar de lo que fue su oratoria y predicación sino un sólo sermón impreso, que pronunció en Alcalá por encargo del Colegio Mayor de San Ildefonso, sermón de circunstancias y compromiso pero bien compuesto y sin resabios de la época (62). El P. Muriel vivió por entero consagrado a la predicación; por eso mismo tampoco desempeñó cargo alguno, ni provincial ni local. Cuando él era ya veterano misionero, comenzaba a despuntar en el púlpito el P. Fidel de Segovia, que sería luego su compañero de fatigas apostólicas. El P. Provincial, Manuel de Calzada, lo proponía también en 1770 al arzobispo de Toledo para dar las acostumbradas misiones cuaresmales en la corte, «para predicar las doctrinas, pues es muy capaz, como que está señalado para opositar a Cátedra, religioso aplicado y de buen celo; su edad no más de 30 años» (63). No más pero sí los treinta cumplidos tenía entonces, pues su nacimiento tuvo lugar en 1740, vis­ tiendo el hábito a los 17 años en Salamanca, el 24 de abril de 1757; la ordenación sacerdotal fue en junio de 1764 (64). No obstante lo que afirma el P. Calzada, la realidad es que no hizo oposiciones a cátedra; desempeñó en cambio algunos cargos, como fue­ ron: Vicario de Segovia (1773), Guardián de Villanueva (1785) y Esqui- vias (1790), Definidor (1787) y Custodio general (1793) (65). Pero la gloria principal del P. Segovia fue sin género de duda haber sido excelente predicador y misionero. Por lo que a esto último respecta el año 1770 no sólo predicó misiones en Madrid sino también en diver­ sos pueblos de Toledo (66), y, después de continuar su labor misional en este arzobispado, marchó igualmente al siguiente año a las provincias del norte, por haber sido designado por los superiores para predicar la divina palabra en los reinos de León, Galicia y Asturias. Según propio testimonio, en diciembre de 1776 y ya en posesión del título de Misio­ nero apostólico, había dado misiones con el P. Pablo de Muriel en La Coruña, El Ferrol, Betanzos, Lugo, Villafranca y Ponferrada, y en gene­ ral en casi toda Galicia, el Bierzo y la Maragatería. No contento con eso y observando ciertos abusos en moralidad, que por allí se cometían, escri­ bió al ministro Roda para que se pusiese el debido remedio (67). (62) Se imprimió con este título: Columna mística española. Oración fú nebre que en las solemnes honras que el Colegio Mayor de San Ildefonso, Uni­ versidad de Alcalá, consagra anualmente a la inmortal memoria de su Santo Amo y Venerable Fundador, D. Fr. Francisco Ximénez de Cisneros, dijo el día 16 de noviembre del año de 1774..., Alcalá, 1775: 3 hjs. + 38 pp. (63) Carta del P. Provincial, Manuel de Calzada, al Cardenal de Toledo, 16 febrero 1770 (Arch. D ioc. de Toledo, leg. 262). (64) Estadística general, n. 1892; Necrologío, 36; V A , 392. (65) ED, 242s. ( 66 ) Arch. D ioc. de Toledo, Registro de Cámara, n. 179. (67) Carta del P. Segovia al ministro Manuel de Roda, Ponferrada, 12 di­ ciembre 1776 (AGS, Gracia y fusticia, 644). Estando dando misión en La Co­ ruña pidió permiso para ir com o misionero a Santa Fe de Bogotá y formar parte del Colegio de Misioneros entre fieles que allí se formó en los años 1778-1779

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