BCCCAP00000000000000000000156

596 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA común» (15). Precisamente por eso mismo el arzobispo de Toledo Valero, habiendo visto el original, mandó se imprimiese «para que los misioneros le repartiesen a los fieles a fin de dirigirlos en la práctica de actos tan importantes» (16). La prueba mejor de todo ello es la aceptación que mereció y las muchas ediciones que de él se hicieron, siendo recomendado por no pocos obispos que incluso concedieron indulgencias a quienes lo leyesen. Sabe­ mos que esas ediciones se hicieron y repitieron en varias ciudades espa­ ñolas, como Madrid, Barcelona, Valencia, Valladolid y Pamplona; tam­ bién fuera de España, en París y Méjico, por lo menos (17). Puedo asegurar que pasan de treinta las varias impresiones que se han hecho, la última, muy corregida y abreviada, por el capuchino P. Pelegrín de Mataró, en Cartago,. 1925. Citamos, por último, las autorizadas palabras de D. Vicente de la Fuente: «La obra más notable de mística por aquel tiempo (primera mitad del siglo xvm ) es la de Confesión y Comunión, por el P. Fr. Manuel de Jaén, capuchino, cuya fama y lectura ha durado hasta mediados de este siglo (xix), en que, cambiado el gusto, hemos dejado la lectura de nuestros ascéticos por las traducciones de los extran­ jeros. Las ediciones del libro del P. Jaén en el siglo pasado (xvm ) fue­ ron tantas, que se llegó a perder la cuenta. Escrito aquel libro con gran sencillez, fervor y naturalidad, estaba al alcance de la capacidad de los niños y de la gente del pueblo. Por lo demás — añade— el P. Jaén era misionero muy fervoroso; predicaba como escribía» (18). Ni fue sólo el mencionado libro el que salió de su pluma e imprimió. Tan importante por su contenido, aunque no tan divulgado, es el siguien­ te: Remedio universal de la perdición del mundo, arma poderosa contra el infierno, preservativo de todos los males espirituales, estímulo para todas las virtudes y medio eficaz para asegurar la salvación, manifestado todo en la práctica de la oración mental (19). En este libro, escrito con sencillez, una vez más el P. Jaén pone toda su alma de fervoroso apóstol para enseñar de mil maneras el modo de hacer oración mental, valiéndose de ejemplos prácticos para tal comprensión. La experiencia le había ense­ ñado que otros libros voluminosos que trataban de lo mismo, no eran leídos, por lo que él se animó a escribir éste, breve, sencillo, apropiado a la capacidad de la gente poco docta. A tal objeto añadió al final también siete meditaciones sobre la Pasión para cada día de la semana y otras siete sobre las verdades eternas. En las primeras ediciones del libro Instrucción útilísima no se encuen­ tra pero sí en las posteriores, este brevísimo tratado, de solas 46 pp.: (15) Remedio universal, prólogo. (16) Instrucción, Madrid 1721, f. 8 . (17) Cfr. «N oticia», párrafo X . (18) V icente de la F uente , Historia eclesiástica de España, V I, Madrid 1875, 59. (19) Apareció la primera edición en Madrid, 1728, donde también se impri­ mieron las de 1730, 1783 y 1794, y otra en Barcelona, 1780. En la edición de 1783 se dice que este libro era recomendado por el Beato Diego José de Cádiz.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz