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OTROS PREDICADORES DE FAMA 583 resabiado del mal gusto de aquellos años, pero no en grado exagerado. Contemporáneo suyo, aunque no por mucho tiempo, fue el P. Miguel de Cepeda, de quien tampoco tenemos muchas noticias. Llamado en el siglo Isidro Sánchez, fue recibido al hábito en Salamanca el 16 de junio de 1708; se ordenó de sacerdote en mayo de 1714 (8). Desempeñó los siguientes cargos: Guardián de Toro (1721), de El Pardo dos veces (1727, 1734), San Antonio (1740), Definidor provincial dos trienios (1728, 1734) y Custodio general (1742) (9). Ya tenía sobrados méritos y fama de excelente orador al ser nom­ brado Guardián de El Pardo en 1727. En atención a ello el P. Provincial de Castilla, Isidro de Lozoya, pidió para él la gracia de predicador del rey al Patriarca, Cardenal Borja. El confesor de Felipe V, a consulta de éste, le expuso «que las circunstancias todas que asisten a este reli­ gioso son bien notorias, así en virtud, prudencia, literatura y religiosidad, pues todas las ha dado a conocer en esta presente jornada, así en el pulpito con sus especiales talentos, como en su afable y modesto trato». Por eso mismo lo juzgó digno de tal gracia, en marzo de 1728, a lo que accedió el soberano, añadiendo: «Me he conformado con vuestro pare­ cer» (10). Años después era asimismo designado predicador numerario del rey, haciendo la presentación el confesor P. Guillermo Clarke con estas elogiosas palabras: «Este religioso tiene acreditados sus talentos para el pulpito así en la Real Capilla como en la corte; tiene a su favor ser de los de primera graduación en su religión y el mérito que hizo hallándose en el año de 1728 Guardián del Real Convento de El Pardo, que predicó toda aquella cuaresma y desempeñó cuanto ocurrió en asis­ tencia de la real familia el tiempo que V. M. se mantuvo en aquel real palacio.» El rey una vez más se conformó con el parecer de su confesor, poniendo al pie de su carta: «He nombrado al que proponéis» (11). A esos elogios se añaden estos otros que le tributa el cronista con ocasión de haber predicado un sermón en la iglesia de San Antonio del Prado, en el triduo dedicado a San José de Leonisa en 1738, a raíz de su beatificación: «Sujeto tan conocido en la corte que es corto cualquier elogio a su gran conocimiento. Oró tan erudito como acostumbra; tan elocuente como habla y tan agudo como discurre; águila en sus concep­ tos, penetró los resplandores del cielo» (12). Era ya entonces Examinador sinodal de Zamora. ¡estad de Cristo Sacramentado, su divino esposo, celebró... la Excma. Sra. Sor María Teresa de Jesús, marquesa de Canales, Valladolid (1718). ( 8 ) Necrologio, 278; V A , 135. (9) ED, 157 s.; VA , 215. (10) Respuesta del P. Provincial de Castilla y parecer del confesor, P. Gui­ llermo Clarke, El Pardo, 26 marzo 1728 (AGS, Gracia y Justicia, 926). En carta al confesor, 24 marzo, se dice adjuntársele el parecer del Cardenal Borja. (11) Carta del confesor, 23 agosto 1735 (ibíd.). (12) P ablo F id el de B urgos , O . F. M. Cap., Rasgo corto, dibujo breve de la sacra festiva pompa que en obsequiosas devotas demostraciones... erigió... la Religión Capuchina... al ser elevado... por su beatificación declarada al Bea­ to P. José de Leonisa, Madrid 1738, 24-5.

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