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TRES PREDICADORES DISTINGUIDOS 579 Citamos finalmente estos dos sermones que predicó fuera de Madrid e imprimió en Salamanca. El primero es: Sacro histórico epinicio a las elevadas glorias de la amena Samaría, esclarecida Betulia y hermosa Susana, a la muy noble, leal y antiquísima Toro, ciudad coronada de palmas y olivas, triunfante y defendida por las banderas verde y dorada, que con las insignias de María Santísima del Socorro, Cruz, Sacramento y Sepulcro, tremola su ilustre Congregación del Confalón, en la iglesia de la Religión augusta de San Juan... (64). Al que se añade este otro: Parentación doloroso, oración fúnebre, epicedio triste en las exequias que en el insigne Hospital de Mater Dei, de la villa de Tordesillas..., celebró el Excmo. Sr. Conde M ora ..., a la ínclita memoria de su esclarecida hermana la M . I. Sra. Marquesa de Fuente el S ol... (65). El P. Bolonia pone también como suyo, pero que en 1747 aun no se había impreso, esta pieza oratoria, predicada ante la Grandeza de España, de obispos, superiores de las Ordenes religiosas y de los predi­ cadores del rey: Luctuoso epicedio en las reales exequias de la reina viuda de España Mariana de Neoburg en el año 1740 (66). Y añade que había publicado, en 1736, una obrita poética con el título de Corona luareada. Afortunadamente hemos podido localizar esta obra anónima, cuyo título es así: Sacra laureada corona, forjada en el elevado mon- tuano carpetano m on te..., colgada por trofeo del cautivo Redentor Jesús Nazareno en los dinteles de su nueva Real Capilla, sita en el magnífico matritense templo de los RR. PP. Trinitarios Descalzos... (67). Se trata efectivamente de una composición poética que consta de 121 octavas, en las que se describen las fiestas que tuvieron lugar con motivo de ser colocada en la nueva capilla la imagen de Jesús Nazareno, la popular­ mente llamada Cristo de Medinaceli, a la que con tanta veneración se da culto en la actual iglesia de PP. Capuchinos. No consta el nombre del presunto autor, P. Pablo Fidel de Burgos, en parte alguna de esta obrita; sin embargo, teniendo en cuenta en primer lugar el estilo, tan peculiar suyo, el que en varias partes de la misma se hace mención destacada de los Capuchinos y que se copian (pp. 68-73) los «Geroglíficos que los RR. PP. Capuchinos de San Antonio pusieron en el altar que hicie­ ron para la procesión de Jesús Nazareno» y, por último, que uno de los censores fue el P. José de Sangüesa, no negamos la probabilidad de que debe ser atribuida a él, como lo hace el P. Bolonia, a quien sin duda se le remitió esa nota de la provincia de Castilla. Para terminar repetimos una vez más que somos los primeros en reconocer en el P. Pablo Fidel de Burgos uno de los predicadores capu­ chinos de mediados del siglo XVIII, de más destacado conceptismo y (64) Se imprimió en Salamanca, 1751: 8 hjs. + 47 pp. (65) También se imprimió en Salamanca, 1752: 10 hjs. + 31 pp. Predicó este sermón el 17 de julio de 1752, con asistencia de todas las Ordenes religio­ sas de Tordesillas y numeroso concurso de gente. (6 6 ) B . de B olon ia , 1. c . (67) Se dio a la prensa en Madrid, 1763: 20 hjs. + 73 pp.

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