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CAPITULO XV T r e s p r e d i c a d o r e s d i s t i n g u i d o s 1. P. Diego de Madrid: predicación y escritos. — 2. P. Matías de Mar- quina: predicador, escritor e impugnador del «Fr. Gerundio de Campazas ».— 3. P. Pablo Fidel de Burgos: su oratoria y sermones impresos. Dedicamos cuatro capítulos a resaltar especialmente los predicadores y misioneros que más se distinguieron, a nuestro juicio, en el ministerio del pulpito. Los nombres de otros muchos que destacaron asimismo en la predicación, van citados en capítulos anteriores por haber sobre­ salido también en otras actividades. 1.— Este P. Diego de Madrid, capuchino de la provincia de Castilla, no debe confundirse en modo alguno con otro religioso Franciscano Ob­ servante del mismo nombre, contemporáneo, predicador por demás y escritor (1). La patria de nuestro biografiado fue Madrid; aquí nació hacia 1667, recibiendo el nombre de Gregorio Pedrajas, que permutó por el de Diego al recibir el hábito en Salamanca el 23 de mayo de 1683; se ordenó sacerdote en las témporas de Cuaresma o de Trinidad de 1690 (2). El P. Diego podía vanagloriarse de los muchos cargos por él desem­ peñados, como así lo hace constar en la portada de sus libros. Fue efec­ tivamente Vicario de Segovia por tres veces (1693, 1697, 1702), Guar­ dián de Alcalá (1702), de Segovia (1705), Toledo (1710), Valladolid (1718), cuatro veces de San Antonio del Prado (1723, 1727, 1731, 1737); también Procurador de la provincia (1704), Custodio por dos veces (1708, 1734) y, por fin, Definidor durante tres trienios (1720, 1725, 1730) (3). A eso debe agregarse que disfrutó durante casi cuarenta años el (1) Este Franciscano Observante, que fue asimismo predicador del rey, dejó varias e importantes obras impresas, entre ellas: Vida admirable del fénix será­ fico y redivivo Francisco S. Pedro de Alcántara, 4 vols., que dejó inédita y se publicó en Madrid, 1765. (2) Aunque su nombre no consta entre los ordenados en esa fecha, es de suponer haya sido así por cuanto entonces recibieron el presbiterado los que con él se ordenaron de D iácono el año anterior (VA , 22, 27-28; Estadística general de los FF. MM. Capuchinos de la Provincia de Castilla, Salamanca 1910, n. 908). (3) ED, 109s.; Necrologio, 31.

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