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OTROS RELIGIOSOS INSIGNES 559 Mientras tanto se fueron celebrando los Capítulos (57) y el P. Vicario General creyó oportuno, antes de tomar providencia alguna, hacer la visita a las provincias, dejando las ordenaciones que juzgara más con­ venientes según las necesidades de cada una. Creemos que la primera en recibir la visita del P. Vicario General fue la de Castilla; la finalizó el 13 de marzo de 1825, día en que, estando en el convento de La Paciencia, de Madrid, firma las oraciones que dejó (58). Lamenta en ellas la penuria de personal, debido a los calamitosos tiempos pasados; por tal motivo no era posible llevar con todo rigor la observancia regular. Sin embargo insiste en que se rezase con exactitud el oficio divino y se tuviesen con puntualidad los actos de comunidad: en que haya en todos los conventos misas y confesores suficientes: en la asistencia al coro y oración. Prohíbe terminantemente el uso de prendas de vestir, que no estaban autorizadas por las leyes, y mucho más el manejo del dinero. Se muestra riguroso con las salidas del convento, que deben ser muy justificadas y poco frecuentes; también recomienda a los predicadores y confesores el estudio asiduo. Con esa misma finalidad dirigió desde Madrid (1 abril 1825) una carta a todos los Capuchinos españoles para decirles cómo había reci­ bido un comunicado del nuncio en que le hacía saber que todos los permisos concedidos en años anteriores sobre el uso del dinero, andar a caballo, vestir de lino, etc., habían caducado; les exhortaba además a llevar con perfección la vida común, que en más de un convento no se observaba (59). Continuó por las demás provincias haciendo la visita, iniciándola por la de Aragón (60), prosiguiéndola por la de Navarra, siendo el primer convento visitado el de Pamplona y el último el de Rentería (61). (57) El de Castilla se celebró el 14 de enero de 1825, siendo presidido por el P. Vicario General; fue elegido Provincial el P. Lino de Cantalapiedra (ED, 314-15). (58) Se titulan: Adiciones o declaraciones que Fr. Justo de Madrid, Vicario General de Capuchinos de España y de sus Indias, dirigía a sus amados súbditos para hacerles fácil la observancia tan interesante de las disposiciones sabias y oportunas de sus predecesores sobre la santa Regla y Constituciones, Año 1825 (APC, 4/50). (59) En el convento de Sanlúcar se conserva copia de la que dirigió e¡ Padre Provincial de Andalucía y que éste envió a los conventos. (60) Parece deducirse de que en Zaragoza imprimió las circulares que envia­ ba luego a los conventos para abrir y cerrar la visita, que llevan este título: Alocución que el Rmo. P. Vicario General de los Capuchinos dirígía a sus súb­ ditos de las Provincias de España en la Santa Visita que les anuncia, Zarago­ za (s. a.), y Exhorto que el Rmo. P. Vicario General de Capuchinos dirigía a sus súbditos en las Provincias de España al concluir su Santa Visita, Zaragoza (s. a.). Ni uno ni otro documento lleva fecha impresa; las iba poniendo según anun­ ciaba la visita o la concluía en los respectivos conventos. (61) Catálogo de los Capítulos Custodíales, ms., c., p. 691. En el Archivo Provincial de Capuchinos de Navarra se conserva un ejemplar de la Alocución. fechada en Pamplona, 20 julio 1825, y otro Exhorto fechado en Rentería, 9 sep­ tiembre 1825.

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