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OTROS RELIGIOSOS INSIGNES 551 querido gozar de la presencia de todos ellos, conocerlos a todos, oírlos y consolarlos, estrechándose amorosamente con ellos. En todos estos conventos se ha observado en el Rmo. el mismo estilo que en el primero y la conducta de su Rma. ha sido la misma sin diferencia alguna» (17). Debió concluir la visita en Navarra el 3 de julio, presidiendo en tal fecha el Capítulo provincial. Seguidamente la hizo en Castilla, comen­ zándola en septiembre de 1807 y terminándola en abril de 1808 (18). Tuvo que interrumpirla varias veces por asuntos que tocaban al go­ bierno de la provincia y que dieron motivo a nuevos choques con los superiores de ésta (19). Y así fue llegando el tiempo de celebrarse el Capítulo que en un principio se señaló para el 20 de mayo y que no pudo tenerse entonces ante las circunstancias provocadas por la guerra de la Independencia. El Visitador Apostólico, Cardenal Arzobispo de Toledo, habilitó a todos los superiores para seguir en sus cargos hasta que pudieran hacerse las elecciones (20). Tuvieron lugar más tarde los hechos de la segunda entrada de los franceses en Madrid y la dispersión de los religiosos. El Vicario Gene­ ral, consciente de la responsabilidad del cargo y de la gravedad de las circunstancias, permaneció en Madrid porque así lo exigió también Napoleón de todos los Vicarios Generales hasta tanto que se llevase a cabo — según decía— «la reforma o arreglo de las Ordenes monásti­ cas, mendicantes y clericales». Luego les pidió datos concretos de los conventos, individuos o comunidad de los mismos (21). Poco podemos decir de su actuación durante los años de la invasión francesa. Continuó en Madrid y en contacto con el Vicario eclesiástico y del obispo auxiliar y cuando, pidió órdenes al Visitador Apostólico, la contestación de éste fue que todo continuara igual hasta nueva dispo­ sición, exhortándole a que procurara el restablecimiento de la disci­ plina religiosa (7 octubre 1812) y que se cuidase del gobierno de las provincias (27 noviembre 1813, 4 febrero 1814) (22). No obstante lo mucho que luego se diría contra el P. Mariano de Bernardos y contra la legitimidad de su gobierno, se ve que, pasados (17) Catálogo de los Capítulos Custodíales y de todos los decretos y resolu­ ciones, de la Provincia de Navarra, ms., pp. 627-30 . (18) VA , 724-5, 729. Precisamente el 30 de septiembre de 1807 firma las ordenaciones especiales que dejó para el convento de T oro, en las que se llama «V icario Nacional de los Capuchinos» (APC, 28/94). (19) VA , 725-28, 729. (20) Ibíd., 730. Así lo comunicaba el Visitador Apostólicoconfecha 26 de mayo de 1808, haciéndolo en virtud de facultades especiales. (21) Comunicados del 18 y 19 de mayo de 1808. El P. Bernardos se los envió de todas las provincias españolas, aunque no con datos completos, en el mes de julio (AGS, Gracia y Justicia, leg. 1263). Por iniciativa del P. Bernardos el famoso Capuchino P. Rafael de Vélez publicósu Preservado contra la irreligión, Madrid, 1812. (22) Exposición del P. Bernardos al Consejo, 16 octubre 1816 (AHN , Con­ sejos, leg. 4.036). Aquí se encuentran todos los documentos justificativos de lo que el P. Vicario General afirma.

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