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OTROS RELIGIOSOS IN SIGN E S 5 4 9 Suplico a V. Emmcia. lo haga presente así a Su Santidad para que se digne confirmar este nombramiento con su suprema autoridad» (8). Ni que decir tiene que el nombramiento no se hizo esperar. Pío VII expedía el 17 de octubre de aquel año el breve correspondiente, en con­ formidad de la bula In te r graviores, por el tiempo en ella señalado y con los derechos y privilegios allí contenidos, señalando además como ejecu­ tor al Cardenal Arzobispo de Toledo, Visitador apostólico de las Ordenes regulares en España (9). No obstante las alabanzas tributadas por Godoy en nombre de Car­ los IV al P. Mariano de Bernardos, contra él, siendo Guardián de El Par­ do, presentaron algunos religiosos varias acusaciones al llegar a Madrid el P. General Nicolás de Bustillo en junio de 1798. No eran de mucha monta y a ellas respondió el interesado negándolas por calumniosas o dando explicaciones satisfactorias (10). La mejor prueba de su inocen­ cia fue que, al hacer las elecciones el mismo P. Bustillo en el Capítulo provincial de 1799, le escogió para Definidor segundo. En el breve de nombramiento de Vicario General iba sobradamente indicada la amplitud de su autoridad. Con dicho documento recibió el Padre Bernardos carta del Cardenal Arzobispo de Toledo (22 noviembre 1805) en que le participaba eso mismo «para su satisfacción, gobierno y cumplimiento, esperando el aviso de su admisión sin excusa, para trasladarlos a noticia de Su Majestad», y que, como sucesor del Padre Francisco de Calanda, había sido constituido en el cargo «con facultad de gobernar por sí y sin necesidad de Asociados o Definidores» (11). Por eso, al hacer saber a los Provinciales su designación, les advertía el mismo P. Bernardos que tenía «toda la autoridad y jurisdicción que nuestra Seráfica Regla y Constituciones conceden a los Ministros Gene­ rales» (12). La víspera de enviar esa carta, o sea el 25 de noviembre, tomaba posesión de su cargo en el convento de San Antonio del Prado (13), y dos meses después dirigía a todos los religiosos una carta circular en la que expone las líneas de conducta que seguiría durante su gobierno, (8) Carta de Godoy, San Ildefonso, 15 septiembre 1805 (Archivo de la Embajada de España ante la Santa Sede, leg. 729, y P obladura , 311-12). (9) El breve comienza: Quutn nuper Nobis, 17 octubre 1805 (Cfr. P obla ­ dura , 172-3, que lo copia íntegro). (10) Las acusaciones eran que había revelado secretos de la Orden: que no había mirado con buenos ojos a varios de sus contrarios e incluso que había sido partidario y favorecido lo hecho por el P. Juan de Zamora al promover en el convento de El Pardo la perfecta vida común. Contra tales acusaciones que el P. Bernardo tiene por calumniosas, presentó él su defensa, que se con­ serva en APC, 23/14. (11) Cfr. P obladura , o . c ., 312-13, donde se copia la carta del Cardenal Arz­ obispo de Toledo. (12) Carta del P. Bernardos a los Provinciales, San Antonio del Prado, de Madrid, 26 noviembre 1805, ibíd., y también P obladura , Litterae circulares, II, Romae 1960, 13-15. (13) VA, 718.

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