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538 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA de Alatri, y asimismo un Procurador General (22). La Santa Sede, al dar ese paso, obraba en un todo conforme a lo estatuido en la consti­ tución apostólica In te r graviores, puesto que ahora tocaba a un español regir los destinos de la Orden en calidad de Ministro General. Por otra parte, desde 1805, como se recordará, había en España un Vicario General, el P. Mariano de Bernardos. Su cargo debía perdurar solamente siete años, que habían pasado superabundantemente, pero, debido a las circunstancias y confirmado interinamente por el Nuncio, autorizado sin duda por Roma, el P. Bernardos continuó en aquel puesto hasta 1818 (23). Contra él, justa o injustamente, se lanzaron diversas acusaciones e incluso no faltaron quienes levantasen la voz dudando de la legitimidad del cargo que desempeñaba; a eso se añadieron los re­ cientes encuentros y disensiones motivadas por el Provincial de Castilla, Padre Buenaventura de Gumiel. El gobierno, en su deseo de conseguir la paz y para obviar tales inconvenientes, tomó cartas en el asunto y el 3 de febrero de 1818 se remitía al embajador en Roma una real orden en la que se decía: «Que supuesta la incompatibilidad que hay en las circunstancias económicas y políticas de Europa, para la celebración de un Capítulo general de la Orden de Capuchinos, que, según la bula In te r graviores, debe ser español, se hagan las preces a Su Santidad por medio de su Ministro en Roma a favor de Fr. Francisco de Solchaga, religioso de carácter, ciencia, prudencia y probidad, de que tiene dadas repetidas pruebas como Provincial en su Orden y como Predicador de S. M., a fin de que Su Beatitud se digne nominarlo para el expresado ministerio de General» (24). El Papa, sin consultar siquiera al Nuncio en España, designó efecti­ vamente por breve del 13 de marzo de 1818 al P. Solchaga Ministro General de la Orden para el próximo sexenio (25). Este se creyó en el deber de comunicar cuanto antes su nombramiento al Vicario General, Padre Mariano de Alatri (14 abril 1818), contestando el P. Alatri a tal cortesía dándose por enterado y felicitándole (14 mayo 1818) (26). El 23 de abril tomaba con gran solemnidad posesión del cargo, celebrándose una función religiosa en la iglesia de San Antonio del Prado y pronun- (22) F elice da Mareto, O. F. M.Cap., Tavole dei Capitoli Generali dell’Or­ dine dei FF. MM. Cappuccini, Parma1940, 255. (23) En la reunión definitorial de la provincia de Navarra (5 enero 1817) se leyó un comunicado del P. Mariano de Bernardos (14 octubre 1816) en el que se inserta un oficio del Nuncio que, con fecha de 10 de diciembre de 1814, le confirma en el cargo de Vicario General «por ahora interinamente y hasta tanto que otra cosa determine» (Cfr. Catálogo de los Capítulos Custodíales y de todos los decretos y resoluciones, de la provincia de Navarra, ms. p. 652: Archivo Provincial de Capuchinos de Navarra). (24) Cfr. copia íntegra de esta real orden en M. de Pobladura, O. F.M. Ca­ puchinos, De Superiorum Generalium electione tempore regiminis alterni (1804- 1885), en Collectanea Franciscana, 27 (1957), 514. (25) El breve comienza: Quamvis juxta statuta (Cfr. ibíd., 180). (26) Ibíd., 183; Arch. Gen. de la Orden, Acta Ordinis, AG-10, ms, nú­ mero 110-111.

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