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EL P. SOLCHAGA, TERCER GENERAL ESPAÑOL 5 3 7 sus moradores por parte del obispo de La Habana, acudió al Consejo de Indias presentando sus quejas, consiguiendo que éste llamase la atención así al obispo como al gobernador (15 octubre 1814) para que se ajustasen en un todo a lo estipulado anteriormente (18). Y además logra el envío de cinco Padres y un Hermano con destino al expresado Colegio (9 febre­ ro 1815) (19). Cuando eso tenía lugar, ya los franceses habían dejado libre el suelo patrio y la guerra podía darse prácticamente por terminada. Iba a comen­ zar el período de la reconstrucción en todos los sentidos. El P. Solchaga, consciente de la responsabilidad de aquel momento, deja Andalucía y dirige sus pasos a la corte para organizar la vida conventual. Se detiene un tiempo en el convento de Villanueva del Cárdete, de los pocos de la provincia de Castilla, que lograron escapar a la rapacidad de los fran­ ceses, y desde allí escribió a sus religiosos una carta (12 septiembre 1813) cuya finalidad no era otra que saludarles, referir en líneas generales lo sucedido y exhortarles a recogerse en los conventos para comenzar de nuevo la vida regular (20). El 1 de marzo del siguiente año 1814 lo encontramos ya en Madrid, dedicado por entero, según expusimos en su lugar, a conseguir la devolución de los conventos a los religiosos y esfor­ zándose para que éstos reanudasen la vida de observancia. Para que todo volviese a la vía legal y teniendo en cuenta que tanto el P. Provincial como algunos Definidores y varios superiores locales habían pasado a mejor vida durante la dominación francesa, se hacía de todo punto necesaria la celebración del Capítulo provincial. Las restantes provincias españolas lo habían tenido ya con anterioridad: Cataluña, el 15 de julio de 1814; Valencia, el 19 de agosto, y Navarra el 7 de octubre del mismo año (21). También de esto se preocupó el P. Solchaga y, con anuencia del Vicario General de los Capuchinos españoles. P. Mariano de Bernardos, convocó el Capítulo que se celebró el 28 de abril de 1815. El P. Solchaga quedó entonces libre totalmente de cargos y comenzó a dis­ frutar de un bien merecido descanso, aunque por poco tiempo. 5.— El 20 de mayo de 1806 el Papa había nombrado General de toda la Orden Capuchina al P. Miguel Angel de Borgo San Sepolcro, quien, después de ocho años de gobierno, renunció a su cargo a fines de sep­ tiembre de 1814. Días después, el 30 del citado mes, la Santa Sede designaba por decreto un Vicario General en la persona del P. Mariano (18) Cfr. Colección de documentos inéditos para la historia de Hispano­ américa, vol. X II, Catálogo de los fondos cubanos del Archivo General de In­ dias, t. I, vol. II, Madrid 1930, 367, n. 2.075. (19) AGI, Santo Domingo, 2271. (20) El título es: Carta pastoral que dirige a sus súbditos el M. R. P. Fray Francisco de Solchaga, predicador de S. M. el rey nuestro señor D. Fernando VII y Ministro Vicario Provincial de Menores Capuchinos de la Provincia de ambas Castillas, Madrid 1813; 14 pp. (21) VA, 738.

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