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5 2 2 LA PROVINCIA DE FF. MM, CAPUCHINOS DE CASTILLA No conocemos el contenido de las ordenaciones que en esa ocasión dio a la provincia, como era costumbre hacer en todos los Capítulos; se han conservado en cambio las dadas en la Congregación intermedia habida en 1781. En ellas insiste de modo especial en la exacta observancia de las Constituciones capuchinas, bajando sobre todo la mano en la puntual asistencia a las dos horas de oración señaladas de comunidad, y llega incluso a amenazar suspender a los superiores locales del cargo, si se mostraban negligentes en esta observancia (5). El P. Bustillo, al poco de su elección, se encontró, sin buscarlo, con un conflicto importante y delicado. El P. Francisco de Villalpando había publicado los años 1777-1778 su curso de Filosofía con anuencia y apro­ bación de los anteriores superiores de la provincia. El Consejo de Cas­ tilla, accediendo a los deseos de los mismos, daba, al mes de ser elegido el P. Bustillo, la siguiente disposición: «Despáchense las órdenes conve­ nientes a los Provinciales de los Capuchinos de estos reinos para que dispongan que en los conventos y colegios de su Orden se enseñe la Filosofía por el curso del P. Fr. Francisco de Villalpando» (6). Justa­ mente el único Provincial que se mostró reacio a acatar esa disposición fue el P. Bustillo, hasta el punto de que, al establecer, en diciembre de aquel año 1779, un nuevo curso de Filosofía, se señala por texto el del escotista P. Sebastián Dupasquier. Más aún: escribió al Consejo de Cas­ tilla (20 diciembre 1779) manifestándole no podía establecer como texto de estudio la obra del P. Villalpando, mientras no fuese examinada por sujetos de dentro y fuera de la Orden (7). Dos días más tarde, reunida la Definición «se determinaba nombrar algunos Padres para examinarla y ver si conduce o no en ellos» (8). Recibidos a lo largo de 1780 los pareceres de los seis Padres señalados, contrarios al P. Villalpando, el Padre Bustillo siguió adelante en no aceptar en la enseñanza de la Filo­ sofía el texto de aquél. No contento con eso, al iniciarse un nuevo curso en julio de 1781, se eligió el del P. Bernardo de Bolonia (9). Un mes más tarde, el 26 de agosto del expresado año, dejaba el Padre una protesta, pero los superiores le contestaron estaba en su derecho hacerlo y que tomase pronto posesión de su cargo. Ante una segunda protesta, se le contestó no había lugar a ello y se le dieron 24 horas para salir de Madrid, lo que ejecutó prontamente (VA, 516). (5) Carta encíclica a todos los conventos de esta nuestra provincia de la Encarnación de las dos Castillas, mandada publicar por nuestro M. R. P. Pro­ vincial y PP. Definidores en la Congregación intermedia celebrada en este nuestro convento de San Antonio de Madrid el día 27 de abril de este pre­ sente año de 1781 (APC, 6/29). ( 6 ) La orden del Consejo está fechada en Madrid, 3 noviembre 1779. Cfr. mi trabajo: Un capítulo de la historia de la Filosofía en España. La obra filosófica del capuchino P. Francisco de Villalpando, texto oficial en las Universidades es­ pañolas, en Estudios Franciscanos, 49 (1948), 72. (7) Ibíd., 73. ( 8 ) VA , 532. Los designados fueron los PP. Fidel de Alcabón, Francisco de Ajofrín, Ambrosio de La Mota, Angel de Toro, Fidel de Marquina y Fidel de La Calzada (9) VA, 544.

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