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CAPITULO IV 1 . Nuevo convento e iglesia de San Antonio del Prado. — 2 . Convento de Calzada de Calatrava. — 3 . Fundaciones frustradas en Villato- bas y Torrecilla de los Cameros. 1 . Aunque de pasada, hemos referido ya lo sucedido en el con­ vento e iglesia de San Antonio del Prado cuando Felipe V decidió tras­ ladarse al palacio del duque de Medinaceli y que dicho convento se habilitase para vivienda de los infantes y servidumbre, quedando la iglesia para capilla real. Forzosamente se llevaron a cabo entonces en ambos edificios derri­ bos de tabiques y paredes: desaparecieron las celdas, se allanaron las capillas, se quitaron los altares, se retiraron las imágenes, varias de las cuales fueron llevadas al hospital de Montserrat, donde tuvieron su mo­ rada bastantes religiosos que antes vivían en el convento de San Antonio. Fueron tan grandes los desperfectos y la transformación operada que, cuando los religiosos fueron autorizados a volver al convento por orden del rey (22 de enero de 1715 ), se encontraron ante la imposibi­ lidad de habitarlo. Por otra parte, «siendo su fábrica — como anota el cronista— muy pobre y antigua, todo lo más de tierra y malísimos cimientos, se juzgó imposible su reparo sin demolerlo todo o lo más». Antes de tomar una determinación en firme se consultó a varios maes­ tros de obras, cuyo parecer fue que era preciso demolerlo todo; lo pro­ pio dijeron de la iglesia, aunque ésta podía durar aún algunos años. Con tal precedente, los superiores determinaron derribar ambos inmue­ bles y levantarlos de nueva planta. A tal fin, el rey mandó se diese a los Capuchinos la mitad de la madera y de los materiales que estaban preparados para las obras pro­ yectadas en el palacio del duque de Medinaceli y a su vez en dicho convento e iglesia. Otros muchos ofrecieron generosamente limosnas pa­ ra lo mismo, distinguiéndose entre todos el marqués de Priego, a la vez duque de Medinaceli, que donó la elevada suma de 20.000 ducados. Felipe V dio además otros mil, y hasta los religiosos del monasterio del Paular donaron madera por valor de unos 200 ducados ( 1 ). El derribo total del convento comenzó el 4 de febrero de 1715 , y se O bras y fundaciones en los años 1701-1727 (l) VA, 134.

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