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A tal propuesta accedió el rey, escribiendo al pie de la carta del confesor: «Me he conformado con vuestro parecer» (47). El P. Rábago quiso poner en conocimiento de Portocarrero la última decisión del rey. En la carta que le escribió incluía otra para el Padre Colindres, quien, al recibirla de manos del Cardenal y leer su contenido «se manifestó contentísimo creyéndose libre del obispado» (48). Pero ni aun con eso se dio por vencido el embajador español ante el Papa y obtuvo que éste llamara por segunda vez al P. Colindres para insistir en que aceptase, lo que tampoco pudo conseguir. Por lo que Benedicto XIV, sin dar una negativa rotunda a Portocarrero, dejaba abierta la puerta a la esperanza, en caso de que no hubiese sido provista ya en otro la mitra de Barcelona (49). Y para entonces, 3 de enero de 1748, ya se había nombrado para ocuparla a D. Francisco Santos Bullón (50). El cronista de la provincia de Castilla, comentando lo expuesto, dice: «Esta noticia y su renuncia fue admitida con universal sentimiento en la corte y fuera de ella porque todos eran y son de constante dictamen que dicho Rmo. Padre Colindres hubiera sido un obispo cual a la Iglesia de Dios conviene y pinta el Apóstol San Pablo» (51). 4.— El 8 de mayo de 1761 tenía lugar el Capítulo de la Orden para la elección de superiores. El P. Colindres, ya Definidor por dos veces consecutivas, salía elegido Ministro General en el segundo escrutinio por 114 votos (52). Contaba entonces sesenta y cuatro años y medio. Llegaba por lo tanto a tan alto puesto en buena edad y sobre todo cargado de experiencia para regir los destinos de una Orden que contaba con el elevado número de más de 34.000 religiosos (53). Una vez más el Padre Colindres vio en aquella elección una carga y una disposición de Dios, «a la que había sido preciso bajar la cabeza aceptándola como cruz que se reparte entre los individuos de ella y debía de sostenerse de quien la EL P. COLINDRES, PRIMER ESPAÑOL GENERAL DE LA ORDEN 513 (47) Carta del P. Rábago al rey, Buen Retiro, 7 diciembre 1747 (AGS, Crocia y Justicia, 534). (48) Carta de Portocarrero al P. Rábago, Roma, 4 enero 1748 (Bibl. del Co­ legio de Santa Cruz de Valladolid, ms. 342, ff. 231-332). Va transcrita en mi ar­ tículo, 305. (49) Billete del Papa al Cardenal, 3 enero 1748 ( ibid., f. 235). En el co­ mienzo del original se lee, al parecer de letra del P. Rábago: «Benedicto in manu propria. Sobre no haber puesto precepto al P. Colindres para que tome el obis­ pado de Barcelona.» Véase también en mi artículo, 306. (50) Propuesta del P. Rábago al rey, Buen Retiro, 14 diciembre 1747 (AGS, Gracia y Justicia, 534), y carta del mismo a Portocarrero, Madrid, 30 enero 1748 (Arch. de la Embajada de España ante la Santa Sede, leg. 383). (51) VA, 295. (52) F elice da M aretto , O. F. M. Cap., Tavole dei Capitoli Generali dell’Or­ dine dei FF. MM. Cappuccini, Roma 1940, 220; P obladura , De electione Pauli a Colindres in Min. Generalem, deque ejusdem relationibus cum regibus sui devi, en Collectanea Franciscana, 36 (1966), 308-9. (53) El número exacto, según estadística oficial, era de 34.029 religiosos, 1.762 conventos y 54 provincias (Cfr. M elchior a P obladura , Historia genera- lis Ord. Fr. Min. Capuccinorum, II/I, Romae 1948, 66 s.). 33

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