BCCCAP00000000000000000000156

5 0 6 LA PROVINCIA DE FF. MAL CAPUCHINOS DE CASTILLA Por cinco veces había intentado ya, incluso desde 1720, obtener otras cátedras de menos categoría; ahora hace la oposición en agosto de 1723 y con otros 26 pretendientes, no pocos de relevantes méritos y que habían ocupado cargos de importancia. El resultado fue que por real orden del 6 de noviembre se le adjudicaba a Oruña la cátedra de Decretales, de la que tomó posesión el 10 del mismo mes y año (12). No obstante el halagüeño porvenir que se le presentaba, con tantos títulos para el lucimiento y conquista de elevados puestos y a la edad de solos 28 años, su vida va a dar un viraje en redondo, abrazando la vida capuchina. La vocación había comenzado a madurar ya bastante antes de tomar esa resolución firme y tajante, como él mismo afirma en varias de sus cartas de entonces; pero fue sobre todo en la noche de Navidad y precisamente durante el canto de maitines, cuando la voz de Dios se dejó oír clara y apremiante, gracia que, según propia confesión, debía a la Sma. Virgen (13). Decidido a secundar aquella llamada del Señor, escribe varias cartas de despedida llenas de emocionante firmeza; se despide también del Cabildo públicamente y con lágrimas en los ojos el 9 de marzo de 1725, y teniéndolo ya todo prevenido, saliendo de la sala capitular, se enca­ minó directamente al convento de Capuchinos que era al mismo tiempo noviciado, y allí tomó el hábito al día siguiente sábado, 10 de marzo de 1725, por la tarde, trocando su nombre por el de Pablo de Colindres, con el que le conoceremos en adelante (14). 2.—Durante el noviciado dio pruebas de que su renuncia a las cosas del mundo era firme y sincera en un todo. Al mes y medio de tomar el hábito el Cabildo, deferente con él, le preguntó si debía considerársele como presente para el reparto de algunos emolumentos, a lo que contes­ tó: «Que cuando se había retirado a la Religión, había hecho ánimo de dejar todos los intereses materiales» (15). Por otra parte el noviciado se redujo sólo a seis meses. Obtenida la necesaria dispensa, profesó el 11 de septiembre de 1725, y además al año de tomar el hábito, 10 de mayo de 1726, se le concedieron, al igual que al P. Matías de Marquina, los (12) Ibíd., Proceso de Cátedras (1723-1728), f. 4s., y: Libro de posesiones de Cátedras (1688-1783), año 1723. Hecha la oposición, se remitió al Consejo de Castilla «1 resultado; el Consejo propuso al rey la terna (19 octubre 1723), yendo el primero Oruña; el rey, des­ pués de consultar a su confesor y recibido el parecer de éste (30 octubre), puso al pie de la misma «Lo he nombrado» (AGS, Gracia y Justicia, leg. 942). (13) Carta a su amigo D. Francisco de Madrid, despidiéndose de él para tomar el hábito capuchino, Salamanca, 7 marzo 1723 (BN, ms. 12.974/25), y des­ pedida que hizo del Cabildo (Arch. Cat. Salamanca, Registros de las Actas Ca­ pitulares, t. 50, ff. 454-56, Cabildo del 9 de marzo de 1723); ambos documentos van transcritos en mi artículo citado, 296-99. (14) Todos estos pormenores los consignan también las Actas Capitulares, tomo 50, f. 456. (15) Ibíd., f. 472.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz