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CAPITULO XI E l P. P ablo de C olindre s , pr im er e spañ o l G eneral de la O rden 1. Datos biográficos. — 2 . Entrada en la Orden y cargos que desempeñó. 3. Promovido al obispado de Barcelona: su renuncia. — 4. Superior de toda la Orden. — 5. Visita a las provincias: ordenaciones y refor­ mas. — 6 . Sabio y virtuosísimo religioso. 1.— Anotemos ante todo que el P. Pablo de Colindres, lustre y gloria preclara de nuestra provincia de Castilla, fue el primer General de la Orden, que los Capuchinos españoles han tenido. Personalidad plurifacé- tica es acreedora a un estudio extenso y profundo de lo que fue y signi­ ficó, de sus méritos e ideales. Quien le conoció y trató en la intimidad panegiriza así brevemente esta figura histórica: «Unos lo mirarán como condecorado con la insigne toga del Colegio Mayor de Santa Cruz; otros, con los respetos de Canó­ nigo Doctoral y Catedrático de Salamanca; otros, como ejemplar religioso capuchino, que a escala vista trepaba hacia los montes de la gloria por los grados de la perfección; otros, como Definidor General en Roma; otros, abdicando de sí la mitra de Barcelona, que le presentaba el rey D. Fernando el VI; otros, General absoluto de toda la Religión de Capu­ chinos; otros, como esmaltado con letras de oro entre los héroes y Grandes de Primera Clase de España. Y, finalmente, mirado como oráculo en la corte de Roma, venerado de los reyes, adorado de los príncipes, obsequia­ do de los soberanos, estimado con el mayor aprecio de los Electores del Imperio y, por fin, de los emperadores de Alemania» (1). Su patria fue Colindres (Santander). En la casa solariega que en dicha villa tenían sus padres y que aun se conserva, tuvo lugar su nacimiento el 28 de octubre de 1696, hijo legítimo de D. Pedro de Oruña y del Hoyo y de Dña. Manuela de Calderón y Setién. A los once días, el 7 de noviembre, era bautizado, recibiendo el nombre de Pedro Francisco (1) J osé de S angüesa , O. F. M. Cap., Parentación luctuosa que en las hon­ ras, que el día diez de noviembre de 1766, consagró la Provincia de Castilla, de Menores Capuchinos, en su convento de S. Antonio del Prado, a la feliz y piadosa memoria del Rmo. P. Fr. Pablo de Colindres, Madrid 1767, 3. Adelantamos que resumimos en este capítulo los datos y noticias consignadas en nuestro trabajo sobre el P. Colindres, publicado en 1966 como homenaje a su memoria en el segundo centenario de su muerte en Viena, 7 de junio de 1766 (Collectanea Franciscana, 36 [1966], 243-306).

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