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Castilla: Fr. Francisco Antonio Moneada de Madrid y P. José de Madrid quienes tradujeron los cinco primeros tomos de las Crónicas capuchinas, compuestos en latín los tres primeros por el P. Zacarías Boverio y los dos restantes por el P. Marcelino de Pisa. En 1737 publicaba el P. Sil vestre de Milán un sexto tomo con el título de: Amales Ordinis FF. Min. Capuccinorum. Appendix ad tomum tertium. Va dividido en dos partes. La primera fue traducida al castellano por otro hijo de la provincia, Padre Matías de Marquina (49), quien además tuvo intención de tradu cir la segunda parte, lo que no hizo seguramente por haberle sorprendido la muerte, realizando ese trabajo su sucesor en el cargo de cronista provincial, el P. Francisco de Ajofrín (50). Además, los dos citados PP. Marquina y Ajofrín, al igual que otros religiosos castellanos, dedicaron su pluma a dar a conocer y publicar la vida de varios santos, beatos y hombres ilustres de la Orden. El P. Ajo frín, por ejemplo, escribió la vida de San Lorenzo de Brindis, una lata y otra en compendio, la de San Serafín de Montegranario, San Fidel de Sigmaringa, Bto. Bernardo de Ofida, Jerónimo de Corleón y del Capu chino escocés (51). También el P. Marquina publicó la vida de San Fidel de Sigmarina, proponiéndole como modelo y patrono de los abogados, carrera que él había desempeñado antes de tomar el hábito (52). Y hemos de recordar que fue el citado P. Marquina quien salió por la defensa y honra de los Capuchinos, que vio conculcada y vulnerada por el P. Isla con su obra Fray Gerundio de Campazas (53). Cerramos este punto trayendo a la memoria que la provincia de Cas tilla tuvo siempre nombrado de oficio un Procurador en la corte, a quien incumbía tramitar con los Consejos, sobre todo el de Castilla, cuantos documentos procedentes del Papa o de las Congregaciones romanas dije sen relación con los Capuchinos: bulas, breves, dispensas, privilegios, etcétera. El debía presentarlos para obtener el pase, traducirlos e impri mirlos para que llegasen a conocimiento de todos. A su cargo corrían 488 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA (49) Se imprimió en Madrid, 1758, con esta portada: Apéndice a la tercera parte de los Anales de la Religión de Menores Capuchinos de N. S. P. San Francisco, dividida en dos partes que vienen a ser sexto y séptimo tomo de sus Crónicas generales, traducidas del idioma latino, en que las escribió el R. P. Fray Silvestre de Milán... Parte primera o tomo sexto. (Cfr. M . de P obladura, Traduc ción y traductores castellanos de los anales latinos de la O. Capuchina, en Coll. Fr., 42 (1972), 280-292.) (50) Tiene el siguiente título: Apéndice a la tercera parte de los Anales de la Religión de Menores Capuchinos de nuestro Seráfico Padre San Francisco, traducido del idioma latino en que le escribió el R. P. Fr. Silvestre de Milán... Parte segunda o tomo séptimo de sus Crónicas generales. Se conserva manuscrita y ya casi del todo preparada para la imprenta con dicho título (BN, ms. 12.913, 11 ff., 929 pp. 15 ff.). Lleva un interesante prólogo del traductor en que hace recuento de los religiosos más ilustres que ha tenido la Orden (ibid., 292-98.) (51) Hablaremos de ellas cuando tratemos con más detención de su autor, el P. Ajofrín. (52) N o hemos logrado ver ejemplar alguno de esta obrita; sin embargo, así lo afirma el P. A jofrín en su Compendio de la vida y virtudes del abogado de los pobres, San Fidel de Sigmaringa, Madrid, 1786. (53) Cfr. lo que sobre esto dijimos en la primera parte.
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