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C A P I T U L O V I I I O t r a s c l a s e s d e a p o s t o l a d o 1. Confesonario, asistencia a enfermos y moribundos. — 2. Preparación de los confesores y estudio de la moral. — 3. Culto en nuestras iglesias y predicación en ellas. — 4. Congregaciones en nuestras iglesias: la Orden Tercera y preferencias dadas. — 5. Confesores de personajes ilustres. 1.— Expusimos lo relativo al apostolado del confesonario en el siglo x v n y cómo, no obstante la prohibición existente en la legislación capuchina de no confesar seglares, poco a poco se fueron ampliando los permisos en ese particular, de tal modo que, al finalizar dicho siglo, se confesaba ya generalmente en todas las iglesias conventuales de la provincia (1). Tales permisos de poder confesar seglares en nuestras iglesias fueron ampliándose a medida que avanzaba el siglo x v in ; no obstante, las restricciones puestas en los primeros años de ese siglo, concretamente en 1704, en las ordenaciones dadas en el Capítulo general de 1726, se decía: «Fueron muchos de parecer que, para gloria de Dios y decoro de la Religión, y además para huir de la ociosidad, debían los Capu­ chinos oír confesiones de los seglares» (2). Y de tal modo se fueron persuadiendo los religiosos de la conveniencia y necesidad de este apos­ tolado, que a mediados del citado siglo se ejercía ya en toda la Orden (3). Se comprende fácilmente la razón no sólo de confesar la gente en las iglesias donde se daba la misión, sino también en las nuestras en tiempo de esa predicación. Es singular, por ejemplo, que en las misiones que los Capuchinos daban todos los años durante la cuaresma en cuatro iglesias de Madrid, ya al menos desde principios del mencionado siglo x vm , al mismo tiempo que el arzobispo de Toledo señalaba los misioneros, daba asimismo licencias ministeriales a cuatro o seis Padres para que pudiesen confesar a los fieles no sólo en las iglesias donde se predicaba sino tam­ bién en la de San Antonio del Prado (4). (1) Cfr. tomo I, 342. ( 2 ) Collectio authentica ordinationum et decisionum Capitulorum genera- Hum Ord. Fr. Min. Capuccinorum, en Analecta, 8 (1892), 80, n. 22. (3) M. A P obladura, O . F. M. Cap, Historia generalis Ordinis Fralrum Mino- rum Capuccinorum, 11/2, Romae 1948, 108-9. (4) Concretamente los años 1708 y 1709 el arzobispo de Toledo daba su permiso a los PP. Bernardino de Madrid y Francisco de Esquivias para que diesen misión en cuatro iglesias de Madrid, entre ellas la de San Antonio del Prado,

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