BCCCAP00000000000000000000156
460 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA gación piadosa, como la Escuela de Cristo, la Orden Tercera o alguna en honor de la Inmaculada (30). Lo propio efectuaba el P. Manuel de Jaén, de quien se escribe: «N i se contentaba su fervoroso celo con remo ver los vicios, desterrar los escándalos y arrancar las semillas del pecado, sino que renovaba las Cofradías, Escuelas de Cristo, Ordenes Terceras y demás Congregaciones piadosas en que los fieles se ejercitan en buenas y santas obras, y, donde no las había, procuraba fundarlas e introdu cirlas» (3 1 ). Otro ilustre misionero apostólico, compañero del P. Jaén en sus correrías misionales, el P. Juan de Soria, seguía esa misma táctica; nos ha dejado: Constituciones de la Escuela de Cristo, aumentadas y puestas en método fácil para la práctica de los pueblos (32). Otro de los medios de conseguir mayor fruto en el pueblo con la predicación de misiones y de hacerlo estable fue la distribución de libritos. Hemos citado arriba las palabras del P. Jaén: «Si acaso se llega el que los señores obispos les reparten (a los feligreses) libritos a propósito, es lazo fuerte y medio admirable para que persevere el fruto.» Y ese era asimismo uno de los consejos dados por el P. Carabantes a los misioneros, a quienes dejó ejemplos dignos de imitación. A tal objeto compuso él mismo por lo menos 12 opúsculos, cuyo contenido respondía a las nece sidades espirituales de los fieles, que había notado en la predicación de incontables misiones. Entre ellos citamos el de la Buena confesión, otro que tituló Remedios para evitar el pecado y caminar al cielo, y los siguientes: Unico remedio del pecador, Camino sagrado para el cielo, Alma aprovechada, Saetas espirituales, Silvos, Avisos de perfección, etcé tera (3 3 ). Y por último éste que al parecer fue el que más propagó y del (30) J. de C araba n tes, O . F. M . Cap., Práctica de misiones, remedio de pe cadores, León 1674, 139. (31) M. d e Jaén, Instrucción útilísima y fácil para confesar, Madrid 1804, en los datos biográficos que anteceden. (32) Se imprimieron en Valladolid, 1736, 50 pp.; en ellas se pone el funcio namiento de dichas Escuelas y se anotan las obras en que se ejercitarían cuantos a ellas perteneciesen: penitencias, confesiones, comuniones, etc. (33) D ie g o G. de Q u iro g a , El nuevo Apóstol de Galicia, el V. P. Fr. José de Carabantes, religioso capuchino, Madrid 1698, 435. Todos estos citados y los restantes hasta doce, formando un solo volumen, fueron impresos por Agustín Ruiz de Valdivieso, impresor de León. A propósito de esto mismo escribe el P. Carabantes: «También importa mucho para la permanencia y aumento del fruto de la predicación llevar los misioneros algunos cuademitos impresos, breves y vivos, sobre lo que más se necesita en la tierra donde han de hacer misión, para que les sirvan de continuos predicadores y no se olviden de los que les predicaren... Después que yo me valí de este arbi trio e imprimí algunos tratados de la necesidad y excelencia del acto de con trición, de la frecuente Comunión, de la buena confesión, de la devoción de Nues tra Señora, de la Vía Sacra, del modo de hacer oración mental, de la dirección de las obras, de los remedios para no caer en pecado y de otro tratado de docu mentos políticos, cristianos y de perfección, etc., con ocí que daban grandemente la mano a la misión y que la que iba acompañada de ellos lograba el doble de fruto y más» ( Práctica de misiones, remedio de pecadores, León 1674, 139.)
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz