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28 LA PROVINCIA DE EF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA del Santo Oficio, título que ya tenía en noviembre de 1716 ( 22 ). A eso hay que añadir que en el Capítulo general de 1725 tuvo los votos necesarios para Definidor, renunciando a ellos con gran edificación de los capitulares ( 23 ). También, siendo ahora Ministro Provincial, debía asistir al que tuvo lugar en mayo de 1719 , pero, estando rotas las relaciones diplomáticas con Roma, una vez más Felipe V prohibió a los Capuchinos españoles asistir a dicho Capítulo, como efectivamente no lo hicieron ( 24 ). Nos consta que el P. Castrillo, al ser elegido Provincial, renovó las ordenaciones dadas por el P. Ragusa, las que se dirigían de modo especial a la más pura observancia de la Regla y Constituciones ( 25 ). El contenido exacto de las mismas no se nos ha conservado. Durante su provincialato se solicitaron dos nuevas fundaciones: una, en Villatobas, en agosto de 1719 , la cual no tuvo éxito, y otra, en Cal­ zada de Calatrava, en septiembre del mismo año, la que fue luego aceptada y aprobada por el Capítulo intermedio del 26 de abril de 1720 ( 26 ). De una y otra nos ocuparemos en capítulo aparte. Fuera de eso, nada digno de especial mención ocurre en la provincia hasta octubre de 1721 , en que el P. Félix de Almeida es elegido nuevo superior de ella. Nacido en 1663 , tomó el santo hábito en el noviciado de Salamanca el 20 de febrero de 1678 ; desempeñó los cargos de Secre­ tario y Definidor provincial. Durante el año y medio que gobernó Cas­ tilla no encontramos hecho alguno que merezca mención especial. Al tener lugar el Capítulo intermedio en abril de 1723 , renunció la voz pasiva, siendo entonces elegido Provincial el P. José de Illescas ( 27 ). Este nos es ya conocido por su predicación, sobre todo de misiones populares, renunciando al oficio de Lector para dedicarse más de lleno a ese apostolado; también por su celo en pro de la conversión de los infieles, habiendo estado de misionero en Guinea y Sierra Leona. Había desempeñado también el cargo de Definidor y Custodio general ( 28 ). Durante su gobierno se prosiguió por cuenta de la provincia el proceso de beatificación de San Lorenzo de Brindis. A tal efecto el nuevo postulador de la Orden, P. Juan Francisco de Castro, decidido a llevar la causa adelante, se dirigió (12 de noviembre de 1720 ) al Padre Provincial de Castilla para que le informase sobre la fama de santidad del siervo de Dios, si había obrado algún milagro, etc. El P. Provincial, (22) Ibid., 150. (23) Ibid., 185; Necrologio, 132-3. (24) Cfr. Analecta O. F. M. Capuccinorum, 8 (1892), 13, 39; Catálogo de los Capítulos Custodíales de Navarra, ms., p. 178 (Arch. Prov. de los Capuchinos de Navarra). Sin embargo, el Viridarío nada dice de esto. (25) ED, 150. (26) VA, 164, 166. (27) Ibid., 170; ED, 160; Necrologio, 262. (28) Necrologio, 127; cfr. t. I, 227, 269, 329, 331, 338, y M. de Anguia- no, O. F. M. Cap., Misiones Capuchinas en Africa, II, Misiones al reinode la Zinga, Benin, Arda, Guinea y Sierra Leona, Introducción y notas del P. B. de Carrocera, Madrid 1957, XXXV I, 150, 176, 184, 186.

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