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440 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA cuando daba a luz su última obra: Tesoro de los beneficios escondidos en el Credo, impresa en Madrid el citado año (39). Y a antes, y dentro del tiempo historiado, había publicado: Retrato del verdadero sacerdote (40); también una segunda edición de su obra ascética: Falacias del demonio, en 1714, y en este mismo año: Exhortaciones a la segura observancia de los mandamientos de la ley de Dios (4 1). Unos años después imprim ía: Felicidad o bienaventuranza natural y sobrenatural del hombre (42), y en 1724, también en Madrid, reiteraba la impresión de otra de sus obras: Espejo de verdadera y falsa confesión. Y a hicimos mención de otro de los más distinguidos y populares misioneros, el P. Manuel de Jaén. A su pluma se debe uno de los libros ascéticos que más divulgación tuvo en el siglo x vm y del que más impre­ siones se hicieron así en vida del autor como en años posteriores: Instruc­ ción Utilísima y fácil para confesar (43). Hombre de experiencia y prácti­ co, publicó también un librito con el ejercicio del V iacrucis, que tituló: Modo de visitar las cruces, y otro para fomentar la devoción a San Anto­ nio: Novena de los nueve martes, y, por fin, el que más hace a nuestro propósito: Remedio universal de la perdición del mundo (44), cuyo tema central es la oración mental, exponiendo sus ventajas y modo fácil de hacerla. Es verdad que el P. Francisco de A jofrín , fecundo escritor sobre los más variados asuntos, dio a la imprenta varias vidas de santos de la Orden Capuchina, pero, fuera de lo que en sí pueden contener de ascé­ tica o mística, no dedicó su actividad a estas materias de espiritualidad. Lo mismo debe afirmarse del P. Pedro de Reinosa, Matías de Marquina, Francisco de V illalpando y otros que igualmente proclamaron e ilustraron las virtudes practicadas por algunos determinados santos. No podemos pasar en silencio a este respecto la obra del P. Juan de Zamora: El eclesiástico perfecto, uno de los mejores libros que conocemos sobre Ejercicios espirituales para sacerdotes, en el siglo x vm (45). En él no se ciñe a dar solamente las meditaciones y exhortaciones propias de esos días de retiro sino que juntamente expone, con gran erudición y p ru­ dencia, la doctrina sobre la vocación sacerdotal, obligaciones y medios de perfección que han de utilizar todos los eclesiásticos. (39) La mayor parte de sus obras quedan reseñadas en el primer tomo, páginas 326-7; en otro capítulo nos ocuparemos con más detención de las mismas y trazaré la biografía del P. Alamín. (40) Impreso en Madrid, 1704. (41) Impresas ambas en Madrid. (42) Impresa igualmente en Madrid, 1723. (43) Ya se hizo notar que la primera edición de esta obra se llevó a cabo antes de 1719; son numerosas las que luego se hicieron en Madrid, Barcelona, Valencia, París y Méjico. (44) La primera impresión parece tuvo lugar en Madrid, 1728; la que más se difundió fue la hecha también en Madrid en 1783. (45) Este libro tuvo tres ediciones en pocos años y en Madrid, 1781, 1782 y 1799; los ejemplares debieron ser muchos, puesto que se encuentran en bas­ tantes bibliotecas públicas y privadas.

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