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438 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA Pastora y más tarde, en 1806, a ruegos del mismo se aprobaba la misa y lecciones propias. Más aún, el 17 de noviembre de 1802, Pío V I I , a ruegos del citado P. General, concedía la gracia de que los Capuchinos pudiesen celebrar todos los sábados una misa votiva en honor de la In ­ maculada, la que podía tener lugar incluso en los días de rjto doble (29). Otra de las devociones que más cultivaron y luego difundieron entre los fieles, fue a la D ivina Pastora. E l primero que nos habla de ella, le dedica sus libros y recoge muchos de los cánticos que usaban los Capu­ chinos en sus misiones, es el P. Fidel del Valle, ya en 1755 (30). Cuando en 1762 el P. Provincial, Fidel de Tortuera, planeaba la fundación de un Seminario o Colegio de misiones, proponía como patrona del mismo la D ivina Pastora (3 1 ). Y en la iglesia del convento de Toro donde, por fin , se estableció el expresado Seminario, se veneraba, aun antes de 1761, una imagen de la D ivina Pastora colocada en uno de los altares (32), dedicándosele luego, hacia 1764, capilla propia. Ante esa imagen rezaban los religiosos, según testimonio del P. Juan de Zamora, primero en particular y luego en comunidad, la corona de la D ivina Pastora, patrona de aquel Seminario, todos los días después de vísperas. Posteriormente comenzó la gente a asistir a tan piadoso ejercicio los domingos y llegó a ser tanta la aglomeración, que se tenía al final una plática y se inició la costumbre de salir procesionalmente por las calles con la imagen, rezando el Rosario (33). (29) Juan B. de A r d a le s , O. F. M. Cap., La Divina Pastora y el Beato Diego José de Cádiz. Estudio histórico, I, Sevilla 1949, 433, donde se copia el texto de la concesión que se imprimió en hoja aparte. El P. Miguel de Santander, siendo ya obispo, concedía (20 febrero 1803) a los que celebrasen en la iglesia conventual de El Pardo 40 días de indulgencia precisamente por haber sido él «el primero entre los Capuchinos que en ese santo convento celebró la misa el primer sábado a la Inmaculada Concepción de María Santísima, según la nueva concesión de N. Smo. P. el Papa Pío V II» (APC, 33/11). (30) Lo hace así en Epinicio evangélico, I, Salamanca, 1755, y en Arpón místico, 4a. ed., Salamanca, 1758. (31) Carta del P. Provincial Fidel de Tortuera, 5 enero 1762, y ordenacio­ nes para el Colegio de Misioneros que se trata de fundar, ordenación 8 a. del punto segundo, en que se dice que la patrona sería la Divina Pastora y que, en caso de ponerse el Colegio en el convento de El Pardo, se podría colocar una imagen de la Divina Pastora en la huerta, a fin de que los misioneros pudieran rezarle en comunidad la corona (B. Acad. de la Historia, Papeles de Jesuítas, t. 58, f. 202). Se conoce era común entre los religiosos el rezo de dicha corona. (32) En la misma capilla había estado colocada antes la imagen de la In maculada y posteriormente el Smo. Cristo que había en el coro (APC, 28/80). (33) Juan de Zam ora, O . F. M . Cap., Manifiesto historial y apologético de la fundación del Seminario de Misioneros apostólicos de la ciudad de Toro, ms., folio lO v.-ll (APC, 28/125). A cuantos rezasen una Salve o Avemaria ante esta imagen concedió el obispo de Zamora 40 días de indulgencia, T oro, 20 ju­ lio 1768 (APC, 28/57). A l Smo. Cristo, que fue de nuevo colocado en el coro, donde había estado desde 1673, profesaba la gente devoción extraordinaria, tanto que, por condescender con la piedad de los fieles, se puso en la iglesia para que con más libertad pudiesen venerarle (APC, 28/80; V A , 13).

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