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CAPITULO IV LOS ESTUDIOS EN LA PROVINCIA 1. Cursos de filosofía y teología. — 2 . Clases, exámenes y vacaciones. — 3. Lectores y Maestros de estudiantes: nombramiento. — 4. Textos. — 5. Escuelas y doctrinas seguidas. — 6 . Escritores. 1.— Casi resu lta ocioso ad v e rtir u n a vez m ás q u e ceñim os n u estra investigación a todo el siglo x v m y p a rte del x ix , h asta la exclaustración de 1836. En ese lapso de tiem po se siguió cierta u n ifo rm id ad en el estudio de la filo sofía y teología, a u n q u e no faltaro n cam bios y varian tes. Los qu e, dedicados a u n a m ejo r fo rm ación y p rep a ra ció n d u ran te los tres años po sterio res al noviciado , era n ap rob ado s tra s rigu ro so exam en, com enzaban seguidam ente a c u rsa r filosofía y ciencias afines, y a conti­ nu ación teología qu e com p rend ía la dogm ática y m o ral con o tras varias asign atu ras qu e reseñarem os. H ay qu e rec o rd a r qu e, ya desde 1638, al m enos, la filo so fía debía estud iarse d u ra n te tres años, y p o r espacio de c u a tro la teología. E n el p rim e r año de filosofía estab a o rd en ado se estudiase ta n to la Lógica como la G ram ática; co rría la enseñanza de la p rim e ra a cargo del Lector, m ien tras que la G ram á tica d eb ía ser en señ ad a p o r el M aestro de estu­ d ian tes. Y p o r G ram á tica , como ac la ra b an los sup eriores de C astilla, se en ten d ía a q u í no los rud im en to s de las declinaciones, etc., lo qu e se supon ía estud iado , sino «el sab er d ed u c ir con p ro p ied a d d e térm inos el la tín en vu lg ar y el vu lg ar en la tín , lo que se h a rá ejercitándo les u n d ía en u n o y o tro d ía en o tro ; la o rto g rafía y p ro sod ia, p ro cu ran d o siem p re h a b la r en la tín d u ra n te el au la m a ñ an a y ta rd e p a ra soltarse en él y a d q u irir facilid ad p a ra h ab larlo » (1 ). P ara am b as asign atu ras, Lógica y G ram ática, se te n d ría clase diaria. E n el segundo año d e filosofía se estu d ia b an los «ocho lib ros Physi- corum, elem entos de G eom etría, necesarios p a ra el estudio de la Física; los c u a tro lib ro s de M undo , Coelo, E lem entis» (2). A eso qu e se p rescrib ía generalm ente, en C astilla se te n ía o rd en ado al M aestro d e estud ian tes que (1) Decreto del Definitorio provincial de Castilla, 22 febrero 1758, en A n d r é s d e P a la z u e l o , O. F. M. Cap., Vitalidad Seráfica, 2a. serie, Madrid 1931, 269-270. (2) Cfr. Decretum generale de studiis ordinate et fructuose paragendis, en M e l c h i o r a P o b la d u r a , O. F. M . Cap., Litterae circulares Superiorum Genera- lium O. Fr. Min. Capuccinorutn (1548-1803), Romae 1960, 252, n. 14, y su tra­ ducción por los superiores de Castilla, en P a la z u e l o , o . c., 255; de esta traducción tomamos las citas cuando lo hacemos literalmente.