BCCCAP00000000000000000000156

L O S C O N V EN TO S DE C A S T IL L A EN E L S IG L O X V I I I 3 9 3 C apuch inos fu eron sus d irectores esp iritu ales y quienes le asistieron en su dolo rosa en ferm ed ad , a quienes v en e rab a, en frase suya, «con to d a m i alm a» (50 ). En su p eq u eñ a iglesia conv en tual, d ond e todos los días h acía u n rato de m ed itación , m an d ó le v an ta r u n a capilla a su coste, d ed icada a Jesús N azareno , y en ella no m enos de v ein tidós en terram ien to s, cu atro d e los cuales se reservó p a ra sí y sus fam iliares (51). Y , efectivam ente, en su testam ento d ispon ía ser en terra d o allí, com o lo fue al m o rir el 19 de jun io de 1770 a los 77 años de edad (52). D icho conv en to debió q u e d a r tan arru in ad o que de m om en to se pensó, en 1814, conv ertirlo en cem enterio de la ciu d ad (53 ). No fue así, sino qu e se em p rend ió m uy p ro n to su recon stru cción , la qu e se efectu ab a e n 1816 con tod a p ro n titu d . M ien tras ta n to la com un id ad estuvo refu ­ g iada en el colegio de S an ta C atalin a, h asta qu e, to talm en te recon stru ido , p u d o traslad arse a él, llev ando consigo u n a im agen de la D iv in a P astora que fue colocada en u n a p eq u eñ a cap illa, h asta que en 1825 se hizo co n stru ir p a ra la m ism a o tra sun tuo sa y esbelta (54). P o r lo dem ás este conven to de S alam anca fue siem p re casa noviciado; fue adem ás, como hem os h echo n o ta r, cen tro de pred icación y sobre todo de m isiones popu lares. N o era g rand e sino de m ed ianas p ro p o rcio ­ nes, no ten iendo m ás qu e dos pisos. E n él viv ían en 1756 12 P ad res, todos ellos p red icado res, 2 Coristas profesos, 7 H erm ano s profesos, 6 no ­ vicios co ristas, 4 novicios p a ra H erm ano s, 2 don ado s y 2 criados (55). U nos años despu és, en 1766, el p rop io obispo in fo rm ab a qu e h a b ía en aquel conv en to 36 religiosos, los cuales viv ían su ficien tem en te con las lim osnas q u e recogían y de la p red icación que te n ían (56 ). E n cam bio en 1809, cosa ex tra ñ a p o r cierto , fo rm ab an aqu ella com un id ad solam ente 16 religiosos (57). 3.— P ara te rm in ar querem o s decir algo sobre las b ibliotecas. No hay du d a algun a qu e a ellas se concedió en todo tiem po la im p o rta n cia q u e se m erece. T am b ién es cierto que fu eron muy sabias las disposiciones d adas (50) Obras, XV , Madrid 1799, 168 ss.: «Vida, ascendencia, nacimiento, crian­ za y aventuras del Doctor D. Diego de Torres Villarroel», escrita por él mismo. (51) Obras, XI, Madrid 1798, 155; J o s é d e l a M a n a o y B e n e it e , El ascetismo de Don Diego de Torres Villarroel, Madrid 1912, 52; VA , 317. (52) A n t o n io G a r c í a B o iz a , Don Diego de Torres Villarroel : Ensayo bio­ gráfico, Salamanca 1911, 195-99. (53) Comunicado al Secretario de Gracia y Justicia, Palacio, 25 marzo 1814, por el que se autoriza al Jefe Político de Salamanca a convertirlo en cementerio (AHN, Consejos, leg. 12.027). (54) A l c a r a z , o . c „ 41-2; G. B o iz a , 117, corrige a Villar y Macías, que afir­ maba haber sido sepultado Torres Villarroel en la capilla de la Divina Pastora. (55) Testimonio del P. Guardián, Jacinto de Curiel, 5 mayo 1753 (Archivo Histórico Provincial de Salamanca, Catastro del Marqués de la Ensenada, leg. 320, folio 264). (56) Comunicación del obispo de Salamanca al nuncio, 14 junio 1766 (Ar­ chivo Vat., Nunziatura di Madrid, busta 125, ff. 109-110). (57) Comunicación del P. Vicario General, Mariano de Bernardos, al gobierno intruso, Madrid, 25 mayo 1809 (AGS, Gracia y fusticia, leg. 1265).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz