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3 9 0 LA P R O V IN C IA D E F F . MAL C A PU C H IN O S DE C A ST IL L A N o o b stan te lo expu esto hay qu e señ alar qu e la estru c tu ra ex tern a y fund am en tal de am bos inm ueb les, convento o iglesia, no cam bió. Los trab ajo s de restau ració n y recon stru cción se com enzaron en o ctu b re de 1815 y h asta o ctu b re de 1817 no p u d o ab rirse el tem plo al culto. Lo in v e r­ tido en esas ob ras ascendió a 40.000 reales, qu e fu ero n pagados po r el rey (34). Q u erem os an o tar, ap rov ech ando esta coyun tu ra, qu e los cu ad ro s exis­ tentes en el convento e iglesia de La Paciencia no b ajab a n de 160, según in v en tario realizado en sep tiem bre de 1809; las im ágenes era n 36 en to tal, y en tre ellas m erecen aten ción especial la de la Inm ac u lad a de talla sob redo rad a, d e 2 v aras y m ed ia, la del Smo. C risto y San M iguel, de 2 v aras, u n C risto d e m arfil, m as o tras varias de San F rancisco, San A n tonio, San José, la V irg en , etc. (35). N ad a se nos dice en cam bio de la b ib lio teca en los citados do cum en­ tos. Sin em bargo, a ju zg ar p o r los m uchos libro s qu e luego fueron a p a ra r a la B iblioteca N acional, podem os asegu rar que con ten ía fondos muy im po rtan tes, incluso valiosos m anu scrito s, varios de los cuales h an engrosado asim ism o los ricos depósitos de la m en cion ad a B iblioteca N acional (36). E n tre los conventos qu e se decían Reales fue el de El P ardo el qu e más aprecio m ereció de los m on arcas de E spaña, qu e le d istingu ieron con num erosas lim osnas y ten ían adem ás señ alad a u n a pensión anual p o r cada religioso qu e allí m orase. P or o tra p a rte cu an tas ob ras se reali­ zab an en convento o iglesia: retejos, arreglos de cañ erías, refo rm as, etc., todas co rrían p o r cu en ta del P atrim on io real. No es posib le b a ja r a m u ­ chos porm enores, p ero sí reseñ ar las p rin cip ales ob ras ejecutadas allí desde 1701 a 1836. A notam os en p rim e r lug ar que la cap illa o erm ita de N u estra Señora de la P az, lev an tad a en la h u e rta , se arregló en 1756 (37 ). A nte tan bella imagen se ca n ta b a todos los sábado s del año la Salve en com un id ad ; fue traslad a d a en 1758 a la iglesia, p o r o rd en de F ern an d o V I, y se le hizo u n a nueva capilla ado sad a a la m ism a, qu e no es ni m ás n i m enos (34) Ibíd., y la relación citada del P. Cervera. (35) Aparte de lo dicho y siguiendo la lista dada por el comisionado del gobierno intruso (15 sept. 1809), los cuadros más importantes eran: uno que representaba el despojo de Cristo, de F. Ricci, que estaba en el altar mayor; otro de la Inmaculada, también de Ricci; la muerte de San José, de Manuel de Molina; la muerte de San Francisco, de Pedro de Baena; dos de Antonio González, repre­ sentando la Divina Pastora y San Francisco; cuatro copias de Rubens y tres de Murillo (Cfr. «Pinturas y objetos artísticos en el convento de capuchinos de La Paciencia», AGS, Gracia y Justicia, leg. 1247). (36) Este convento de La Paciencia tenía igualmente su enterramiento, en que habían recibido sepultura los religiosos allí fallecidos y otras varias personas, pero los restos fueron sacados de sus nichos y dispersados por el suelo por los soldados franceses; desapareció también entonces el libro de defunciones (Cfr. re­ lación citada del P. Cervera, en Inventario puntual, ms. c., ff. 61 y 65s.). (37) Documentos originales archivados en el Real Convento de Capuchinos de El Pardo, ms. c., f. 47 (APC, 33/64).

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