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DEL PERÍODO CONSTITUCIONAL HASTA 1 8 3 0 3 4 9 vería obligado «a usar de otros medios que se nos conceden actualmente para restablecer la observancia en nuestros súbditos ( 10 ). Como veremos, esas relajaciones y abusos reinaban también en las restantes provincias españolas; contra ello combatirá el P. Justo, siendo Vicario general, por obligación e iniciativa propia y por repetidas ins­ tancias del Nuncio. 2. Entre tanto era una realidad la elección del mencionado P. Jus­ to para el cargo de Vicario general de los Capuchinos españoles por breve del Papa (30 de abril de 1824). En él afirmaba León XII que, no siendo posible a los españoles acudir a Roma para la elección de los superiores generales de la Orden, el rey le había pedido se eligiese un Vicario general para España, como así lo hacía en la persona del Padre Justo de Madrid, a quien había concedido también las facultades y prerrogativas acostumbradas ( 11 ). Pero lo raro es que el mismo Padre Justo había presentado, en nombre de los otros Provinciales de España, un memorial al rey (25 de enero de 1824) manifestando que, según la bula Inter graviores, la elección de Generales o Vicarios generales debía tener lugar en Capítulo: denuncia las maniobras de algunos que, buscando recomendaciones, pretendían ser elevados al cargo sin tener cualidades; pide, por tanto, que se celebre Capítulo (12). En medio de la barahúnda de manejos ocultos y de ambiciosas pretensiones, el breve de nombramiento llegó a Madrid el 18 de mayo y el 26 se enviaba al Consejo, que dio el pase el 10 de julio (13). Sin embargo, el P. Justo se enteró en seguida de lo que pasaba y, conocedor del cargo encomendado, el 21 de mayo dirige una carta a los restantes Provinciales en que, sin comunicarles lo del breve, les advierte que el rey había cortado «el hilo de todas las tramas, intrigas, ardides, etc., de dicha facción hipócrita», es decir, de los contrarios, y denuncia las revueltas pasadas y el ambicioso proceder de algunos (14). Una vez recibido el pase del Consejo y tomada posesión de su cargo, el P. Justo envía una carta circular (26 de julio) a todos los Capuchi­ nos de España, comunicándoles su nombramiento de Vicario general, (10) Carta del P. Justo de Madrid, La Paciencia, 14 enero 1824 (APC, 6/36). (11) El breve comienza: In supremas Apostolicae dignitatis fastigio (Pobladu- ra, De Superiorum Generalium electione, 189). Hay una copia en el Arch. de la Embajada de España ante la S. S., leg. 653. (12) Memorial del P. Justo, 25 enero 1824 (AHN, Consejos, leg. 4.036). (13) Ibíd. Aquí se encuentran todos estos documentos originales que cita­ mos, así como, en el Arch. de la Emb. de España ante la Santa Sede, legs. 694 y 753, los relativos al nombramiento del P. Justo, y en el Archivo Vat., Nunziatura di Madrid, busta 272, los que dicen relación a los conflictos entre el nuncio y el P. Justo. (14) Carta impresa del P. Justo, La Paciencia, 21 mayo 1824: 8 pp. (Archivo Provincial de Capuchinos de Cataluña). Al mismo tiempo comunica los nombra­ mientos de los Provinciales: de Castilla, él mismo; de Cataluña, P. Manuel de La Ñau; de Aragón, P. Fernando de Agón; de Navarra, P. Juan de Arguillo; de Andalucía, P. Joaquín de Cazalla, y de Valencia, P. Mariano de Aldaya.

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