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316 LA PROVINCIA DE FF. MM. CAPUCHINOS DE CASTILLA do fuera de la provincia, continuasen sus estudios en conventos de Andalucía o de Valencia. Así nos dice el P. Córdoba, al trazar la historia del convento capu­ chino de Cádiz, que estudiantes no sólo de Castilla, sino también de Navarra, Aragón y Cataluña, fueron distribuidos en los distintos cursos según los estudios realizados, y que siete del convento de El Pardo se agregaron al colegio de Cádiz, cursando sus estudios con el Lector que allí había (19). A su vez, Fr. Angel de León anota sobre los estu­ diantes llegados a Sevilla en aquella ocasión, que el P. Provincial de Andalucía había destinado a cuantos estaban metidos en los estudios a conventos donde pudiesen continuarlos, mientras que a los otros coristas, es decir, a los que aún no los habían comenzado, los agregó a la comunidad de Marchena (20). Otros estudiantes marcharon a Valencia, como dijimos, y éstos igual­ mente fueron puestos en aquellos conventos donde pudiesen proseguir el curso. Lo hicieron así, efectivamente, de tal modo que poco a poco fueron recibiendo las Ordenes sagradas a lo largo de esos años de guerra e invasión, unos en Madrid, otros en Cádiz, Murcia, Alicante, Palma de Mallorca, Guadix, Segorbe, Tarazona, Valencia, Sevilla, Pa­ tencia, Cartagena y hasta en Portugal ( 21 ). 5. Fue, sin duda, el convento de Cádiz donde mayor número de religiosos castellanos se congregó ya desde 1808. Por tal motivo, anota el cronista, «agravaban notablemente a aquella comunidad que asistía a todos con mucha caridad y esmero; mas para aliviarla y proveer a la gravísima necesidad del Colegio de La Habana, que se hallaba muy escaso de religiosos, impetró licencia del gobierno nuestro M. R. P. Vi­ cario provincial, Fr. Francisco de Solchaga, para enviar una misión a dicho Colegio, y se efectuó en el mes de mayo de 1810» (22). Y, en efecto, por un decreto de la Regencia (Isla de León, 2 de marzo de 1810) eran destinados al Colegio de La Habana el mismo P. Vicario provincial mas otros 15, todos de la provincia de Castilla, cuya lista presentaba el P. Solchaga el 10 de abril (23). Eran en total diez Padres, de los que sólo los PP. Bruno de Sama- niego y Modesto de Bonache habían terminado los estudios, aunque los demás ya estaban ordenados. En La Habana, y bajo la dirección del P. Samaniego, continuaron sus estudios, «y cuando los juzgó com- (19) N. de C órdoba , ff. 205-206. ( 20 ) Fr. A n g e l de León, 11.139 y 148 . (21) VA, 737, 740-43, 746-7. (22) Ibíd., 739. En este año 1810 falleció en Cádiz, de epidemia, el Hno. Fray Carlos de San Vicente, de la provincia de Castilla (N. de Córdoba, f. 217v.). (23) AGI, Juzgado de Arribadas, Ieg. 242, año 1810. En el VA, 739, no consta el P. Mariano de Bonache, y en cambio pone los PP. Manuel de San Román y Lu­ cas de Orduña, ambos predicadores. Por otro decreto de la Regencia (12 mayo 1810) fueron también destinados al mencionado Colegio los religiosos de Navarra Fr. Antonio de Etay, Fr. Serafín de Villalba y Fr. José de Sumbilla (AGI, ibíd.).

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