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288 LA P R O V IN C IA DE F F . MM . C A PU C H IN O S DE C A ST IL L A N o en con tram os cosas no tab les dignas de consignarse y que h ay an ten ido lug ar a lo largo del trien io del P. F rancisco de Tolo sa; las m ás de ellas están en ín tim a relación con o tro s sucesos qu e se refieren igualm ente al P. G en eral, N icolás de Bustillo, y al P. V icario general, M ariano de B ernardos, y qu e segu idam en te exponem os. 8. Como ya dijim os, el 5 de ju lio de 1805 se tuvo no ticia oficial en C astilla del nom b ram ien to del P. F ran cisco de C aland a como V icario g eneral de los C apuch inos españo les; p ero , an tes de p asar u n m es, el 2 de ju lio , se rec ib ía asim ism o c a rta en qu e se an u n c ia b a el falle­ cim iento de dicho religioso en Z arago za el 26 de ju n io (24 ). H ab ía que p en sar, con siguientem en te, en el sucesor. G odoy y sus com pañeros de g ob ierno no se d escu id aron en ello; el 14 de agosto com un icab an al secre­ tario de E stado la no ticia y el 15 de sep tiem b re h ac ía n la p resen tación p ara dicho cargo del P. M ariano de B ernardo s, de la p ro v in cia de Cas­ tilla y p rim e r D efin id o r, qu ie n poco despu és era designado p o r el P apa p o r su b reve Quum nuper (17 de o ctu b re de 1805) (25). El nuevo V icario general tom ó posesión de su cargo el 25 de nov iem ­ b re del m ismo año 1805, después de rec ib ir el b rev e y el oficio del C ard en al A rzobispo de T o ledo, ob serv ándose las m ism as cerem onias que se aco stum b ran cu ando el P. P rov incial tom a posesión (26 ). A l d ía siguiente, 26 d e noviem b re, el P. M ariano de B ernardos dirig ió a las prov in cias españolas u n a ca rta, en la qu e, al m ism o tiem po qu e cop iab a el oficio del C ard en al y p articip a b a a todos su n om b ram ien to , hacía sab er sucedía en el cargo y con las m ism as facu ltad es al fallecido P adre C alanda. P ero el C ard en al A rzobispo añ a d ía en su com un icado qu e d i­ cho P. C aland a h ab ía sido n om b rad o V icario g eneral de los C apuch ino s españoles p o r breve d e 15 de m arzo «con fac u ltad — añ a d ía— de gober­ n a r p o r sí y sin necesid ad de asociados o d efin ido res p o r a h o r a ..., en tend iéndo se cesar p o r el m ism o h echo las facu ltad es del Rmo. Bus- tillo» (27 ). Es éste u n p u n to m uy oscu ro, no o b sta n te afirm arlo así el V isitad o r apostólico. Eso p arece ju ríd ic am e n te respecto de los C apuch inos espa­ ñoles, pero muy d istin to creem os d eb ía ser en cu an to a los restan tes religiosos de fu era de E spaña. El P ap a decía en su b u la Inter graviores: Q u e «en las O rd en es que al p resen te tie n en su p e rio r general, éste co n tin ú e ejerciendo el cargo hasta qu e se cum p la el tiem po q u e se fije en la legislación de la O rd e n » . A h o ra b ie n , al P. Bustillo se le dio p ró rro g a de su m a n d ato en 1803 h asta n u ev a determ in ación del R om ano P ontífice. P or o tra p arte , al ap ro b a r la Congregación de R itos el oficio (24) V A , 712; sólo en este documento hemos visto consignada la fecha del fallecimiento del P. Calanda. (25) P obladura , 172-3. (26) V A , 718; se añade en nota marginal y de mano posterior: « E l Rmo. P. General asistió a la toma de posesión y después se salió, y aquel día asistió a la mesa y presidió; después no ha asistido su Rma. a algún acto de comunidad.» (27) P obladura , 312.

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