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H IST O R IA DE C A S T IL L A D U R A N TE L O S AÑO S 1792 A 1802 275 el 7 de o ctu b re de 1796 (20 ), p ero su con ten ido no h a llegado a nosotro s. N a d a digno de especial m ención tenem os qu e a n o ta r y q u e h ay a suced ido d u ra n te el gob ierno d el P . G o rd eju ela. Lo m ás im p o rta n te fu e, sin d u d a alguna, la v isita d el P. G en e ra l h ec h a a la p rov in cia. El P. Bustillo, al m es de tom a r posesión de su cargo qu e le dio el C ar­ d en al P ro te cto r (13 de mayo de 1796), envió a los religiosos d e la O rd e n u n a circ u la r im p resa (13 de jun io ) en la qu e n a rra las circun s­ tan cias de su designación p a ra aqu el elevado p u esto ; en la m ism a se recoge la alocu ción d el C ard en al P ro te cto r al d arle posesión y el b reve p o r el qu e fue n om b rad o (21 ). N o co n ten to con eso, se dirig ió a la O rd e n p o r m ed io de o tra ca rta (16 de d iciem bre de 1796) en la que expone con tod a c larid ad las causas d e la relajació n existente y ap lica luego con rigo r y firm eza los rem ed io s q u e le p are cía n eficaces en aquellas circun stan cias (22). A p arte de eso, el P . Bustillo d eb ió p en sar, ya desde los com ienzos de su gob ierno, en h ac er cu a n to antes la v isita a las prov in cias esp a­ ñolas. A tal objeto solicitó la o p o rtu n a au to rización , q u e le fu e conce­ d id a (18 de m arzo de 1797) a trav és del em b ajad o r esp año l en Ro­ m a (23 ). Sin em bargo, n o realizó de m om ento el v iaje, seguram ente p o r las graves y críticas circun stan cias p o rq u e atrav esab a R om a. Al o cu p a r las tro p as fran cesas los E stados pontificios y posesionarse de la p ro p ia Rom a en feb rero de 1798, siendo allí p ro clam ad a luego la rep ú b lica, d eb ió decidirse a d ejar la C iud ad E tern a. El 3 de feb rero de dicho año el P. Bustillo celeb ró la ú ltim a reu n ió n con los D efin i­ dores y segu idam en te se au sen tó d e ella en m arzo , al igual qu e lo h icieron varios de sus consejeros (24 ). D irigió sus pasos a E sp añ a y d esem b arcab a en B arcelona el 11 de m ayo, a las ocho d e la no che, siendo recibido con todos los h ono res de G ra n d e de E sp añ a; el 19 se em barcó p a ra V alen cia, a rrib a n d o el 23, y el 30 p a rtía rum bo a M a­ d rid (25 ). E l 13 de ju n io llegaba al p rim e r conven to de la p ro v in cia, V illanu ev a del C árd ete, ado n d e acu d iero n los superio res de C astilla (20) V A , 677. (21) Estos documentos se imprimieron aparte, 8 pp., y pueden verse en Bullarium, I X , 235-242, y en Pobladura, Litterae circulares, I, 359ss. (22) Pobladura, ibíd., 369ss. Recibida en Castilla el 3 de marzo de 1797, se hizo una traducción y se remitió a los conventos (V A , 677-8). (23) Archivo de la Emb. de España ante la S. S., leg. 246, f. 20. E l P. Po­ bladura en: Los Generales de la O. Capuchina Grandes de España de Primera Clase, Collectanea Franciscana, 13 (1943), 297, copia esta carta. (24) M areto , 240; M . A Pobladura, Historia generalis O. Fr. Min. Capuc- cinorum, pars tertia, Romae 1951, 18. N o falta quien afirme fue expulsado expre­ samente de Roma. (25) V A , 681; Arch. Prov. de Capuchinos de Cataluña, Manual de los des­ pachos extraordinarios de la Provincia, II (1731-185), f. 11 del cuaderno 1790-1805; Crónica de la Provincia de Capuchinos de Valencia, I I I , ms., pp. 557-569 (Archivo Provincial de Capuchinos de Valencia).