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272 LA P R O V IN C IA DE F F . MM . C A PU C H IN O S DE C A ST IL L A a cuenta del rey» (6 ). Fue esa una prueba más y un testimonio nuevo de la caridad practicada por los Capuchinos en pro de los apestados, y que ya habían dado en otras múltiples ocasiones. Sentimos no poder aducir datos más concretos sobre la asistencia prestada allí por los capu­ chinos castellanos. No debía resultar tarea fácil el cargo de superior en los tiempos que historiamos, cuando tenía que enfrentarse con múltiples proble­ mas que hacían pesado y molesto el gobierno de los religiosos. Aparte de la relajación que se reflejaba en la conducta de muchos, la libertad e insubordinación se infiltraban en la conciencia de no pocos; las consecuencias se dejaban sentir en variadas circunstancias y en distin­ tos aspectos. A sí, tenemos a los PP. José de Caudete y José de Viguera, predicadores del rey, que, no satisfechos con los privilegios y exen­ ciones concedidos, vuelven a recurrir para obtener otros exorbitantes y extraordinarios. E l Patriarca accede y manda (16 de febrero de 1794) se les dé posesión de ellos. Se efectúa así ante toda la comunidad de San Antonio, procediéndose según nuestro estado y lo acordado pol­ la Definición. No satisfechos ni conformes, vuelven a recurrir, pero ya se les habían adelantado los superiores que, unidos a los de las otras Ordenes religiosas, elevaron al rey memoriales en protesta de la con­ cesión de tales exenciones que iban contra la disciplina regular (7 ). Por otra parte, las cosas no marchaban bien en La Habana, no obstante el cambio de superiores de aquel Colegio. Llama la atención que, reelegido Prefecto el P. Adrián de Estavillo (5 de septiembre de 1794), apenas pasado un mes, es elegido para el mismo cargo (13 de octubre) el P. Joaquín de Ajofrín (8). A propósito del mismo Colegio, en los primeros días de noviembre se remitían a los conventos cartas circulares exhortando a los religiosos a marchar a La Habana e incor­ porarse a aquella comunidad (9). (6) Estos son los nombres de los designados: PP. Bartolomé de Béjar, Lorenzo de Ajofrín, Gaspar de Villanueva, Higinio de Rioseco, Bernardo de Teruel, José de Alba, Francisco de Santander, Nicolás de San Vicente, José de Belinchón, Fidel de Sequeros, Antonio de Madrid y Fernando de Villarrubia; Hermanos Fr. Ata­ nasio de Madrid, Fr. Vicente de La Puebla, Fr. José de Algora, F r. Ildefonso de Morata, Fr. Francisco de Sieteiglesias, Fr. Buenaventura de Alaejos, Fr. Mariano de Toledo, Fr. Valentín de Colmenar, Fr. Antonio de Orgaz, Fr. Lucas de Santa Cruz, Fr. Rafael de Pozoantiguo y Fr. Francisco de Consuegra. A ellos se agre­ garon, repetimos, 14 donados más cuyos nombres también se consignan (V A , 656). (7) V A , 657-8. Los memoriales presentados se conservan en A G S , Gracia y Justicia, leg. 931. En Castilla había entonces sólo dos predicadores del rey, los Padres José de Viguera y José deCaudete; éste, siendo Custodio de Madrid, falleció antes del 17 de junio de 1799 (V A , 687). (8) E D , 283; V A , 662. (9) V A , 663. Fr. Bernardino de Torralba había marchado en la expedición de 1789 y regresó a España en 1793. C fr. A G I, Sección 7 “, Comisaría Interventora ele Hacienda de Cádiz, leg. 170, donde están los nombres de las expediciones de 1784, 1787, 1789.

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