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268 LA P R O V IN C IA DE F F . M M . C A PU C H IN O S DE C A ST IL L A Terminamos la lista de nombres de religiosos que trabajaron en la Luisiana con estos tres: PP. Ignacio de Olot, Ramón de V ilach y José de Madrid. Por lo que hace al P. Olot, capuchino catalán, estuvo de misionero por tres años en Guayana; encontrándose enfermo, decidió regresar a España; al pasar por La Habana se encontró allí con el Padre Cirilo de Barcelona, quien lo invitó a ir con él a la Luisiana. En ella estuvo desde 1787 a 1792, desempeñando los primeros años el cargo de teniente cura y sacristán mayor de la catedral. A mediados de 1792 pasó a La Habana con el obispo auxiliar P. C irilo , y de aquí se embar có, en marzo de 1793, para Nueva Barcelona, continuando viaje a la misión de Guayana (62). También estuvo en la Luisiana el P. Ramón de V ilach , capuchino castellano. Marchó a La Habana en 1784; aquí continuó hasta 1792, en que fue señalado por el obispo de dicha ciudad para ir de capellán a Panzacola; se negó a ello, pero una orden terminante del rey le obligó a fin de que ayudase al religioso que allí estaba y además «coo pere a la reducción de los indios confinantes, que tienen gran necesi dad de doctrineros» (63). No llegó a su destino hasta septiembre de 1793. A l enterarse poco después de que el Consejo de Indias había dado permiso a los que hubiesen estado en La Habana o la Luisiana diez años para poder retirarse a la provincia, lo solicitó en agosto de 1794, alegando su precaria salud. Aunque se le concedió tal gracia en abril de 1795, se quedó en La Habana, donde aún seguía en 1799; en junio de este año fue elegido Prefecto del Colegio por el Definitorio, elección que no aprobó el Consejo de Indias. A llí continuó hasta su muerte ocurrida en 1809 (64). Para sustituirle en Panzacola fue designado el P. José de Madrid en abril de 1795; éste había llegado a Cuba a fines de 1793. También el P. Madrid estuvo poco tiempo en Panzacola, puesto que en junio de 1799 era elegido por el Definitorio vicario del Colegio de La Ha bana (65). Parece ser que a los pocos años pidió regresar a España, donde se encontraba en 1812, año en que solicitó volver a La Habana, lo que no le concedió el P. Solchaga (66). Con el P. José de Madrid se cierra la lista completa de los Capuchi- Quintanar, 8 febrero 1791 (ibíd., leg. 102); carta de los comisionados Salcedo y marqués de Casa Calvo al capitán general de Cuba, 22 diciembre 1803, comu nicándole que con esa fecha salía el P. Quintanar, retirándose de la Luisiana por su retrocesión a Francia (ibíd, leg. 1572); Necrologio, 311. (62) Hay bastantes documentos relativos a este religioso en A G I, Santo Do- mingo-Cuba, 538b, 102 y 1458; Santo Domingo, 2673 y 2228. (63) C a s tillo , 70; Necrologio, 175. (64) Carta del P. Vilach al gobernador, 21 agosto 1794 (A G I, Santo Domingo- Cuba, 102); carta del obispo de La Habana, 23 abril 1795 (A G I , Santo Domingo, 2272); V A , 687-8. (65) Carta del obispo de La Habana, 23 abril 1795 (A G I , Santo Domingo- Cuba, 1458a); ibíd., Indiferente general, 2980; V A , 687-8. (66) Cfr. A G I, Santo Domingo, 2271; al formular su petición de regresar a La Habana se llama «misionero apostólico».
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