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SITUACIÓN DE LA PROVINCIA LOS AÑOS 1787 A 1793 243 Provincial (10 de mayo de 1790) manifestándole su esperanza de conse guir esta fundación, la que debería efectuarse a condición de que la ciudad lo solicitase y construyese el convento. Y sobre esto mismo insiste en otra carta al ministro de Marina (29 de mayo). E l tiempo fue transcurriendo; un año después el P. Santander aún no había perdido la esperanza de salir con su intento y vuelve a buscar reco mendaciones para que la solicitud en pro de la fundación sea presen tada a la reina (4 de julio de 1791), continuando recomendándola con el mayor interés (6 de diciembre de 1791). Sin desistir de lo mismo, pero un tanto decepcionado, escribe un año más tarde (9 de octubre de 1792) a uno de sus parientes, haciéndole esta confidencia: «No olvido la fundación aunque estoy callado; las circunstancias presentes hacen forzoso el silencio; vendrán otros tiempos, se harán nuevos esfuerzos y ¿quién sabe si Dios se compadecerá de ese pueblo?» (40). Lo cierto es que la fundación no llegó a realizarse. De todos modos, lo expuesto nos demuestra que, no obstante el cuadro, un tanto fuerte y recargado de tintas anteriormente descrito sobre la situación de la provincia, había en ella religiosos ejemplares y predicadores fervorosos, cuya fama se difundía por doquier y cuya vida era medio poderoso y eficaz para la reforma de costumbres. (40) Ibíd., 174-5, 197, 218, 220, 226.
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