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SITUACIÓN DE LA PROVINCIA LOS AÑOS 1787 A 1793 237 seis u ocho sacerdotes a petición del propio obispo, los cuales se aloja­ ron en la casa del patrón del convento contigua al mismo (15). Sin pérdida de tiempo se comenzaron las obras de reparación y construcción, a las que, por disposición de los superiores, contribuye­ ron todos los conventos (16). Y se llevaron a efecto con tanta rapidez, que, en marzo de 1791, haciendo en aquel convento de Segovia la visita el P. Provincial y viendo estaban suficientemente reparados los daños sufridos, ordenó el traslado de los religiosos de la casa del patrón al convento, una vez pasada la cuaresma, lo que se ejecutó el domingo tercero después de Pascua, 15 de mayo, «cuya traslación se celebró y autorizó con una solemne acción de gracias de misa y sermón, a que asistieron toda clase de personas del clero, religiosos y seglares, convi­ dados por la comunidad» (17). No obstante las deficiencias anotadas, los religiosos continuaron en este trienio desplegando gran actividad tanto literaria como, sobre todo, apostólica por medio de la predicación y especialmente de misiones populares, según en otra parte anotamos. 4. E l provincialato del P. Carrascosa terminaba en el mes de octu­ bre de 1790; sin embargo, obtuvo autorización para adelantar el Capí­ tulo al mes de mayo «para que en adelante se celebrasen los Capítulos en primavera». Y , efectivamente, se tuvo el 28 del citado mes, resul­ tando elegido Ministro Provincial el P. Angel de Toro (18). Había nacido éste en 1736; tomó el hábito religioso en Salamanca en 1751 y su ordenación tuvo lugar en 1760; el 14 de febrero de 1785 contaba 48 años de edad y 34 de vida religiosa. Desempeñó sucesiva­ mente los cargos de Maestro de estudiantes, Lector, Guardián de Sala­ manca y La Paciencia y Definidor provincial; se distinguió asimismo por sus conocimientos filosóficos, aunque no ha dejado tratado alguno ni impreso ni manuscrito (19). Fue uno de los designados por los supe­ riores para examinar el curso de filosofía del P. Villalpando, si era o no conveniente que nuestros estudiantes lo tuviesen como texto, siendo de parecer contrario (20). Poco después de su elección dirigió el P. Angel de Toro una carta (15) El cronista dice que, aunque no se llegó a descubrir al causante de estos incendios, parece haber sido el P. Antonio de Monforte, que había sido expulsado de la Orden y se encontraba de sacerdote secular en Segovia, «con desdoro de nuestro buen nombre, que procuraba infamar» (VA, 618). (16) Así lo dispuso el P. Provincial el 3 de agosto de 1790 (VA, 622). (17) Jbíd., 627. (18.) ED, 274. (19) Necrologio, 317. (20) El informe del P. Angel de Toro, Salamanca (15 de julio 1780), se en­ cuentra en: Expediente formado a representación del Provincial de Capuchinos de las dos Castillas sobre que se le conceda licencia para imprimir el tomo tercero de Filosofía, que ha compuesto su súbdito Fr. Francisco de Villalpando. Ahora se sigue a instancia de D. Llaguno, vecino de esta corte, sobre que se le conceda privilegio por el tiempo que sea del agrado del Consejo para la reimpresión y venta del referido Curso Filosófico (AHN, Consejos, leg. 5539).

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