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COLEGIO DE MISIONEROS DE LA HABANA 2 1 7 de 1835, al que siguió pocos meses después la exclaustración de las Ordenes religiosas (25). Por lo que mira a los enviados a este Colegio, debe hacerse cons­ tatar que todos cuantos en él estuvieron lo solicitaron voluntariamente. El obispo de La Habana propuso en un principio que el número de religiosos allí residentes no bajase de 12. En aquella primera expedición de 1784 fueron enviados, según dijimos, 21 Padres, siete Hermanos y un donado. De ellos marcharon a la Luisana siete Padres a mediados de 1785, y en diciembre de 1790, otros seis más; los nombres de unos y otros quedan consignados en otra parte. Por eso se hizo de todo punto necesario el envío de más religiosos de la provincia, y hasta se pretendió fuese una nueva expedición de 16 Padres, un Hermano y dos donados. Para recolectarlos comisionó el P. Isidoro de Fermo- selle, en 1786, al Hno. Fr. Bernardino de Torralba, quien a tal objeto vino a España y recorrió los conventos; además, con el mismo fin se remitieron a todos circulares los años 1787, 1791 y 1792 (26). El resul­ tado fue que a lo largo de esos años fueron llegando a La Habana los siguientes: PP. Manuel de Laviana, Andrés de La Ortusa, José de Villaprovedo, Buenaventura de Ciriñuela, Estanislao de Ardáiz y Pedro de San Vicente (27). También solicitaron ir los PP. Manuel de Madrid, Bruno de Vezde- marbán y José de Madrid, que eran aún estudiantes, por lo que pidieron ser examinados en enero de 1792 (28). De los tres sólo se embarcó el Padre José de Madrid junto con los PP. Andrés de Torralba y Camilo de Fermoselle, mas el mencionado Fr. Bernardino de Torralba, después de abril de 1793 (29). Con tan escasos refuerzos pronto se experimentó necesidad de más personal; de ahí que en enero de 1794 se iniciaron las oportunas gestiones para el envío de 13 religiosos, aunque tan sólo llegaron a embarcarse cuatro, cuyos nombres desconocemos (30). Así corrieron las cosas hasta 1806, en que, por el mes de noviem­ bre, se autorizó otra expedición de seis Padres (31), la que no tuvo lugar, debido sin duda a los acontecimientos políticos de España, hasta 1810; en este año marcharon a La Habana los PP. Bruno de Samaniego, Guardián del convento de El Pardo; Manuel de San Román y Lucas de Orduña, predicadores, mas los estudiantes PP. Valerio de Monteagudo, Faustino de Zaragoza, Justo de Barbastro, Pascual de (25) ED, 309-331. (26) AGI, Sanio Domingo, 2273; VA , 600, 632; M iguel de Santander, O. F. M. Cap., Cartas familiares y algunos otros opúsculos en prosa y verso, Ma­ drid 1805, 98, 109; afirma también que de Toro habían pasado al Colegio de La Habana nueve religiosos. (27) Estos tres últimos regresaron pronto y no dieron buen ejemplo, según consignamos en otro capítulo. (28) VA, 633. (29) AG I, Indiferente general, 2980. (30) VA, 663; AGI, Santo Domingo-Cuba, 1144. (31) AGI, Santo Domingo-Cuba, 328.