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CAPITULO XX C o l e g io d e m i s io n e r o s d e L a H a b a n a 1. Proyecto de establecimiento y fundación. — 2. Triple finalidad .— 3. Planificación y reglamento .— 4. Historia del mismo .— 5. Exitos conseguidos. 1. En capítulo aparte hemos expuesto lo que fue el Colegio o Seminario de Misioneros de Toro y la importancia que tuvo en la pro­ vincia, tanto en orden a la estricta observancia como sobre todo a la predicación. Algo semejante, aunque en menor escala y restringido sólo a la predicación, se logró con este otro Colegio de Misioneros establecido en la capital de la Perla de las Antillas. Su establecimiento obedeció a muy distintas causas. La iniciativa partió del entonces único obispo de Cuba, con residencia en Santiago, D. Santiago José de Echevarría y Elguera. A La Habana, convertida prácticamente en residencia habi­ tual del obispo desde 1756, llegó el capuchino valenciano P. Antonio de Muro el 1 de agosto de 1779. Regresaba a España después de esta­ blecer en Santa Fe de Bogotá un Colegio de Misioneros, cuyo objetivo primordial era dar misiones circulares por todo el actual territorio de Colombia (1). El P. Muro predicó misiones en la capital de Cuba y en otros puntos, y en su deseo de que los Capuchinos continuasen haciendo igualmente misiones en todo el país, como lo habían efectuado anualmente los jesuítas antes de su expulsión, pidió el obispo al citado religioso gestionase en España la fundación de un Colegio de misio­ neros capuchinos, cuya finalidad sería predicar misiones populares en aquella isla y atender a las necesidades espirituales de la Luisiana, colonia encomendada a su cuidado. (1) El P. Antonio de Muro había estado antes de misionero en la plaza de Orán (Africa) en 1773; en 1778 dirigió sus pasos a América en calidad de visi­ tador extraordinario de la misión de Riochacha, encomendada a los Capuchinos valencianos, y en Santa Fe de Bogotá estableció, en el llamado convento del So­ corro, un Colegio de Misioneros para dar misiones circulares por el Nuevo Reino de Granada. Terminada allí la comisión encomendada, regresó a España, vía La Habana (cfr. Antonio de A lcá cer, O. F. M. Cap., Convento del Socorro, primer convento capuchino de América, Bogotá, 1960; ID., Misiones capuchinas en el Nuevo Reino de Granada, hoy Colombia, Puente del Común, 1959). Las «Orde­ naciones hechas por el P. Fr. Antonio de Muro para el establecimiento y gobier­ no del Hospicio de las Misiones de los PP. Capuchinos de Santa Fe de Bogotá», fechadas en Santa Fe de Bogotá, 15 marzo 1779, pueden verse en el Archivo Pro­ vincial de los Capuchinos de Valencia, carpeta Z , leg. 184, n. 2690, y asimismo en el de los Capuchinos de Navarra, «Varias», 1820.

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